MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La muerte de un preso en la cárcel de la ciudad ecuatoriana de Turi, en Azuay, con sospechas de estar contagiado de coronavirus ha desatado este lunes un intento de motín que, horas después, se ha resuelto.
En concreto, un hombre de 66 años falleció la tarde del sábado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital José Carrasco Arteaga. Ingresó con un cuadro grave de neumonía y contaba con patologías previas, como problemas cardíacos.
Además, un hombre y una mujer del mismo centro penitenciario están hospitalizados con neumonía y hay otros internos, a los que no se ha practicado una prueba diagnóstica del coronavirus, que presentan problemas respiratorios.
En este contexto, los presos han difundido audios y vídeos a través de las redes sociales mediante los que exigen a las autoridades carcelarias una mejor atención sanitaria, la realización de pruebas diagnósticas a los 2.620 reclusos y recursos para evitar posibles contagios de coronavirus.
Según ha informado el diario local 'El Comercio', desde el exterior de las instalaciones los gritos y reclamos de los encarcelados eran audibles. De hecho, un grupo se ha subido hasta los tejados de los pabellones y otros han quemado objetos. El humo de las hogueras también era visible desde el exterior.
El complejo penitenciario ha sido rodeado con Policía y efectivos militares, que han logrado controlar la situación. Por su parte, el gobernador de Azuay, Xavier Martínez, ha asegurado que, junto al Ministerio de Salud Pública de Ecuador, se está avanzando en la toma de muestras para pruebas diagnósticas de la COVID-19 a los internos que presenten sintomatología compatible con la enfermedad.