PRAGA, 13 Jun. (DPA/EP) -
República Checa reabrirá a partir del próximo lunes sus fronteras para los ciudadanos de la mayoría de los países miembro de la Unión Europea, a los que se sumarán también Suiza y Liechtenstein.
El Ministerio de Sanidad checo ha trasladado este viernes que los prometedores avances en la reducción de los contagios del nuevo coronavirus han permitido al Ejecutivo relajar las medidas que habían tomado para evitar la expansión de la COVID-19.
Sin embargo, las autoridades checas han mantenido las restricciones de entrada al país para residentes en Bélgica, Portugal, Suecia y la provincia polaca de Silesia, al considerarlas como zonas de alto riesgo de contagio.
República Checa levantó la semana pasada los controles fronterizos con Alemania y Austria. Además, las autoridades no pedirán una prueba negativa del virus para permitir la entrada al país de los viajeros.
Así, las autoridades han elaborado un sistema de semáforos de colores que se actualiza semanalmente, según el nivel de riesgo que presenten, y en el que los lugares más seguros tienen el color verde; los moderados, el color amarillo; y los que presentan más riesgo, el rojo.
Este sistema ha sido criticado por algunas personas a través de las redes sociales al cuestionar la razón por la que se mantiene la prohibición solo a una parte de Polonia. Hasta el momento, República Checa ha confirmado 9.909 casos de coronavirus y 328 muertes.