MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Save the Children está realizando labores de reconstrucción de varios edificios, entre ellos una fábrica y un restaurante, para que puedan ser habilitados como centros de contención de la Covid-19, después de que se registrara un repunte en el número de contagios entre la población local y refugiada en el valle de Beakk, una región fronteriza con Siria situada en el norte de Líbano.
Estas "arcas de Noé" se unen a las labores de adaptación que la ONG está llevando a cabo de 218 asentamientos informales, que albergan a unos 45.500 refugiados, para que puedan funcionar a su vez como unidades de aislamiento.
"Algunas carpas estaban vacías porque los refugiados se mudaron a otro sitio o porque no pueden pagar el alquiler de la tierra en la que están instalados. Convertirlos en unidades de aislamiento permite a los contagiados permanecer cerca de sus familias, ha explicado el portavoz de Save the Children en Líbano, Jad Sakr.
La ONG ha calculado que el autoaislamiento es prácticamente imposible para más de un 70 por ciento de los refugiados en Líbano, debido a las precarias situaciones en las que viven.
Sakr ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que el virus pueda extenderse, después de que se confirmaran los primeros casos en un asentamiento de refugiados palestinos, también en esta región de Líbano.
"Es posible que el brote se extienda a otros campamentos porque no hay medios para el distanciamiento social, el acceso al agua limpia es limitado y no hay poder adquisitivo para comprar jabón y desinfectantes. Tenemos que actuar ahora, antes de que sea demasiado tarde", ha expresado.
Líbano, cuya deuda pública es una de las más elevadas del mundo en estos momentos, está viviendo la peor crisis económica de su historia, desde la vivida durante la guerra civil (1975-1990), con un desplome del 60 por ciento del valor de su moneda nacional.
La situación se ha visto empeorada en los últimos meses tras la pandemia de la Covid-19, pues, al igual que en otros países, la economía libanesa se ha tenido que paralizar en un intento por frenar el avance de la enfermedad, la cual ya ha provocado 717 contagios y 24 víctimas mortales.
Por su parte, y como respuesta a la pandemia, Save the Children ha explicado que se ha marcado el objetivo de ayudar económicamente a unas 2.100 familias libanesas, sirias y palestinas, además de facilitar a otros 32.000 núcleos familiares equipos con productos básicos de higiene personal y ayudar a mejorar las condiciones habitacionales de 980 familias de refugiados sirios.
Hasta el momento, la ONG ha llevado a cabo labores de concienciación acerca de los peligros que supone una pandemia como la de la Covid-19, con más de tres millones de contagios y cerca de 220.000 fallecidos en el mundo, llegando a más de 41.000 personas, entre ellos 25.000 menores de edad.