En el país hay unos 1,5 millones de desplazados, más de 200.000 de los cuales viven en los espacios de protección de civiles
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Sudán del Sur, uno de los últimos países de África en verse golpeados por la pandemia de coronavirus, ha registrado esta semana los primeros contagios en campos de desplazados, uno de los principales temores de las organizaciones humanitarias dadas las condiciones de hacinamiento y la falta de servicios que suele haber en ellos.
Según el último balance ofrecido el martes por el Ministerio de Salud, hasta la fecha hay confirmados 194 contagios, tras los 20 nuevos confirmados en el último día, si bien por el momento el país más joven del mundo sigue sin haber registrado ninguna víctima mortal.
En declaraciones a Radio Tamazuj, el responsable de la incidencia de la Covid-19 en el Ministerio, Angok Gordon Kuol, entre los últimos casos confirmados el martes hay contactos de casos anteriores pero también casos de "transmisión local".
El ritmo en los contagios se está acelerando, ya que el lunes se había informado de otros 18 casos nuevos, incluidos dos camioneros extranjeros que dieron positivo a los test en el paso de Nimule, en la frontera con Uganda.
El subsecretario del Ministerio de Salud, Makur Koryom, precisó que entre los contagiados sursudaneses figuraban dos del PoC3, uno de los espacios de protección de civiles donde residen desplazados, en Yuba, la capital.
"Esto es algo nuevo, una nueva dimensión en la propagación de la enfermedad en el país", advirtió. Según dijo, un par de días antes se había detectado "un caso entre los habitantes del PoC en Bentiu", donde residen unos 118.000 desplazados.
"En todo Sudán del Sur hay 1,5 millones de desplazados internos, unos 214.000 de los cuales viven en PoC, que son espacios cerrados y superpoblados y están particularmente en riesgo", ha advertido en un comunicado la subdirectora de programas de CARE en Sudán del Sur, Mercy Laker.
La ONG destaca el desafío que la pandemia supone para Sudán del Sur, donde más de 7,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir y el 60 por ciento de la población depende de la ayuda alimentaria.
"Para una población que depende mucho de la ayuda humanitaria es muy difícil decirle a la gente que se quede en sus casas, porque si lo hacen, se morirán de hambre", subraya.
"A largo plazo, estamos muy preocupados por cómo afectará el coronavirus a la capacidad de la gente de plantar y cultivar, lo que podría empujar a ún más personas a una grave inseguridad alimentaria y tener efectos devastadores sobre los niveles de desnutrición", reconoce Laker. Actualmente hay más de 6 millones de personas, más de la mitad de la población, en inseguridad alimentaria.