Actualizado 17/06/2010 21:15

Correa dice que un nuevo ataque colombiano contra Ecuador tendrá una "respuesta militar inmediata"

Correa
Reuters


QUITO, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió este jueves a Bogotá de que si vuelve a atacar a su país en una operación similar a la que en 2008 acabó con el bombardeo de un campamento de las Fuerzas Armadas y Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, Quito "dará una respuesta militar inmediata".

En una entrevista concedida al diario británico 'Financial Times' el mandatario se refirió a la incursión colombiana como un "crimen" que de volver a cometerse tendrá "una respuesta militar inmediata" por parte de Ecuador, a diferencia de lo ocurrido en marzo de 2008 cuando esta intervención tuvo consecuencias únicamente a nivel diplomático con la ruptura de las relaciones entre ambos países.

Interrogado acerca de la posibilidad de que el ex ministro de Defensa que ordenó dicha operación, Juan Manuel Santos, sea elegido como nuevo presidente de Colombia en la segunda vuelta de las elecciones de este domingo, Correa aseguró que respetará "la decisión soberana del pueblo colombiano".

En lo que se refiere a las relaciones con Estados Unidos, el mandatario anunció su intención de llevar a cabo una "desnarcotización" de las mismas porque, según explicó, "una relación basada en la lucha contra las drogas no funciona". En su lugar, Correa propuso el establecimiento de unos vínculos más sólidos basados también en el comercio.

Además, el dirigente apostó por ampliar el campo de actuación comercial de Ecuador para corregir lo que calificó como "uno de los mayores errores del pasado" del país en referencia a su excesivo apego a la potencia norteamericana. "No hay duda de que es nuestro mayor mercado, pero tenemos que diversificar nuestros mercados y nuestras relaciones internacionales", aclaró.

"En los últimos tiempos Ecuador se ha aproximado más a China, a Rusia, a Irán, a Oriente Medio, al norte de África", señaló Correa al tiempo que defendió el derecho que tiene su país a fortalecer los vínculos comerciales con la República Islámica. "Nadie puede negarnos el derecho de vender más plátanos a Irán", aseveró.

Asimismo, el presidente confió en que su homólogo estadounidense, Barack Obama, sepa entender estas cuestiones y catapultar sobre la base de este entendimiento las relaciones con América Latina, en contra de lo que hizo su antecesor, George W. Bush, que trató a la región "como su patio trasero". "Tengo muchas esperanzas en el presidente Obama, pero su tarea es enorme porque el sistema (estadounidense) tiene vida propia", matizó.