Por James Vicini y Poornima Gupta
WASHINGTON/DETROIT (Reuters/EP) - La Corte Suprema de Estados Unidos aceptó el lunes un pedido de inversores para suspender la venta de la quebrada automotriz Chrysler LLC a un grupo liderado por Fiat, horas después de que el Gobierno advirtiera de los riesgos de demorar la operación.
La jueza Ruth Bader Ginsburg, en una sentencia de una línea, dijo que los fallos anteriores que liberaron la venta "quedan pendientes" hasta una nueva orden del tribunal.
Ginsburg actuó justo antes de las 2000 GMT, cuando se cumplía un plazo límite de una orden de una corte de apelaciones de Nueva York. El vencimiento habría permitido a Chrysler proceder a la venta a Fiat respaldada por el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, los sindicatos y el Gobierno canadiense.
Fondos de pensiones de Indiana y grupos de consumidores habían pedido el domingo a la Corte Suprema que frene la venta de Chrysler a Fiat por entender que el Gobierno hizo abuso de autoridad al impulsar el trato y que se estaba discriminado a algunos acreedores.
No era claro si el fallo de la corte solo buscó dar más tiempo a los jueces para seguir analizando el caso.
Los pedidos a la máxima autoridad legal del país fueron presentados después de que una corte de apelaciones de Nueva York aprobara la venta a Fiat la semana pasada a un fideicomiso del mayor sindicato en la firma y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.
CONSECUENCIAS
El lunes por la mañana, el Gobierno de Obama pidió a la Corte Suprema que permitiera la venta, con el argumento de que bloquear el acuerdo tendría "graves consecuencias".
El fiscal general del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Elena Kagan, el abogado del Gobierno ante la Corte Suprema, dijo en un argumento escrito que el intento de los tres fondos de Indiana para bloquear la venta forzaría la liquidación de Chrysler.
El caso de Chrysler podría sentar un precedente para General Motors Corp, que está usando una estrategia similar de venta rápida en su bancarrota presentada en Nueva York el lunes pasado.
Jerry Reisman, un abogado de Nueva York, dijo que "a menos que a Chrysler se le permita reorganizarse y vender sus activos a Fiat, GM seguramente enfrentará el mismo tipo de oposición de los acreedores que puede ser la ruina para la reorganización de GM".
Chrysler no tuvo una reacción inmediata. "Hasta que no tengamos más información no haremos más comentarios", dijo un portavoz. El Departamento del Tesoro, que supervisa el grupo de trabajo automotor del Gobierno, tampoco se manifestó inmediatamente.
Los fondos de pensiones de Indiana argumentan que la venta de Chrysler recompensa ilegalmente a los acreedores no garantizados, anteponiéndolos a los garantizados, y equivale a un plan de reorganización ilegal.
También creen que el Departamento del Tesoro sobrepasó su autoridad legal al usar para Chrysler fondos de rescate aprobados por el Congreso para ayudar específicamente a los bancos.
Kagan defendió el uso de los fondos de rescate y dijo que conceder un impasse más allá del 15 de junio pondría en peligro la venta. Fiat puede retirarse del acuerdo si no se cierra antes del 15 de junio.
"La liquidación de Chrysler tendría efectos muy severos sobre las economías estadounidense y canadienses", dijo.
DIVISION
Chrysler presentó el 30 de abril la protección por bancarrota para completar la venta y la alianza con Fiat dentro de los 60 días.
Si el acuerdo finalmente sigue adelante, una nueva empresa controlada en un 68 por ciento por un fideicomiso de cuidado de la salud del Sindicato de Trabajadores Automotrices Unidos operará Chrysler.
Fiat controlará un 20 por ciento y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá el otro 12 por ciento.