Actualizado 11/08/2009 21:05

Crece productividad de EEUU, inventarios ajustados

Por Lucia Mutikani

WASHINGTON (Reuters/EP) - La producción estadounidense por trabajador subió al ritmo más veloz en seis años durante el segundo trimestre, pues las empresas sacaron más provecho de un reducido número de empleados.

Esto representó un nuevo indicio de que la recuperación de la recesión será lenta y difícilmente conduzca a un aumento de las contrataciones.

El martes, un informe del Departamento de Trabajo mostró que la productividad no agrícola, que mide la producción horaria por cada trabajador, subió a una tasa anual de 6,4 por ciento.

Fue el mayor aumento desde el tercer trimestre del 2003 luego de una subida de 0,3 por ciento en el trimestre enero-marzo.

"El repunte de la productividad es otro indicio de que la fea recesión estadounidense está por terminar. La mala noticia es que, sin embargo, las firmas siguen reticentes a contratar", dijo Harm Bandholz, economista de UniCredit Markets and Investment Banking en Nueva York.

Otro reporte del Gobierno mostró que los mayoristas de Estados Unidos recortaron sus inventarios de bienes sin vender por décimo mes seguido en julio porque las empresas siguieron minimizando las existencias de cara a la incertidumbre sobre la resistencia de la recuperación.

Las pérdidas de las acciones estadounidenses se incrementaron tras los datos mayoristas y los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos registraron los máximos de la sesión por los temores de los inversores ante la posibilidad de que las empresas puedan estar disminuyendo abruptamente sus inventarios ante el escepticismo sobre la demanda futura.

La productividad no agrícola es generalmente vista como una medida de la salud general de los negocios. Las mediciones más altas son vistas como un indicio de un uso eficaz de los empleados y el capital, y del éxito a la hora de contener los costos.

Los datos de la productividad probablemente traigan un alivio a la Reserva Federal de Estados Unidos, pues sugieren que siguen limitadas las presiones inflacionarias.

El banco central de Estados Unidos inicia el martes un encuentro regular de dos días y se prevé ampliamente que deje sin cambios sus tasas de interés cerca del cero por ciento.

"Da a la Fed más espacio para mantener las tasas más bajas por más tiempo a fin de mover la economía tan rápido como sea posible desde la fase de recuperación a un modo de expansión", dijo Brian Bethune, economista de IHS Global Insight, en Lexington Massachusetts.

El peor declive económico en más de 60 años ha obligado a las compañías a recortar costos agresivamente, principalmente su fuerza laboral, para proteger las ganancias de una erosión adicional.

Desde el inicio de la recesión en diciembre del 2007, unos 6,7 millones de trabajadores han sido despedidos, de acuerdo con las últimas estadísticas del Gobierno.

PROFUNDOS RECORTES DE COSTOS

Los analistas decían que el aumento de la productividad ayudó a explicar las ganancias mejores de lo previsto en algunas compañías a pesar de la débil demanda en todos los sectores de la economía.

Los profundos recortes de costos, incluyendo despidos y cierres de plantas, han ayudado a compañías como Caterpillar Inc y 3M Co a exhibir resultados del segundo trimestre mejores de lo previsto.

Las compañías también eliminan empleos mientras ajustan los enormes inventarios de productos sin vender.

El Departamento de Comercio informó que los inventarios de las mayoristas estadounidenses se desplomaron el 1,7 por ciento en junio, décima caída mensual seguida, lo que bajó los inventarios a su menor nivel en más de dos años.

El ratio de inventarios/ventas descendió a 1,26 meses desde 1,28 meses en mayo, mínimo desde octubre.

"Sirve para establecer el escenario para una reconstitución de inventarios en el tercer trimestre, lo que ayudará al crecimiento económico", dijo Jessica Hoversen, una analista de MF Global Research en Chicago.

De acuerdo con el reporte de la productividad, las horas trabajadas se desplomaron a un ritmo de 7,6 por ciento en el segundo trimestre, mientras que la producción bajó 1,7 por ciento.

En una señal de que las presiones inflacionarias seguían siendo benignas y la deflación era una amenaza, el costo laboral unitario cayó un 5,8 por ciento, el mayor declive desde el segundo trimestre del 2000, tras caer a un ritmo revisado de 2,7 por ciento en el trimestre enero-marzo.