Actualizado 06/07/2009 19:50

Crece violencia en Afganistán, bomba deja 4 soldados muertos

Por Paul Tait

KABUL (Reuters/EP) - Una bomba al costado de la ruta en el norte de Afganistán dejó el lunes seis muertos, entre ellos cuatro soldados estadounidenses, dijeron funcionarios, en medio de un aumento de la insurgencia y mientras el Ejército del país norteamericano avanza con una gran ofensiva.

En Kandahar, en el sur del país, un atacante suicida mató a dos personas cuando impactó un auto cargado con explosivos contra una fila de camioneros que esperaban para suministrar a las tropas extranjeras en una base clave, en una provincia considerada como el bastión de la insurgencia talibana.

En Zabul, en el norte de Kandahar, otros dos soldados extranjeros resultaron muertos por una bomba al costado de la ruta, dijo un portavoz de la alianza. No trascendieron otros detalles.

Kandahar está al lado de la provincia de Helmand, donde miles de marines lanzaron una nueva ofensiva la semana pasada para reprimir a los talibanes en una zona que también suministra la mayor parte de la amapola para la producción de opio que financia la insurgencia.

La bomba al costado de la ruta en la provincia de Kunduz fue el peor incidente de seguridad que involucró a tropas extranjeras en el norte en varias semanas. El norte de Afganistán es considerado relativamente seguro en comparación con los bastiones talibanes del sur y este del país.

Los talibanes se adjudicaron la responsabilidad de ambos ataques. El portavoz Zabiullah Mujahid dijo que cinco soldados fueron asesinados.

El jefe de la policía de Kunduz, Abdul Razaaq, también dijo que dos civiles afganos estaban entre los muertos.

"Una patrulla conjunta de la policía y la OTAN fue alcanzada por una bomba al costado de la ruta en el este de la ciudad", dijo Razaaq a Reuters.

El suboficial Brian Naranjo, portavoz de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, confirmó que los soldados muertos eran estadounidenses, pero no dio más detalles.

Los marines estadounidenses conforman la mayoría de las 17.000 nuevas tropas de combate ordenadas a Afganistán por el presidente estadounidense, Barack Obama, hasta fin de año, como parte de una renovada estrategia regional para vencer a los talibanes y estabilizar el país.

La ofensiva de Helmand, Operación Ataque de la Espada, fue lanzada en el mayor punto de la violencia insurgente desde que el Gobierno islamista talibán fuera derrocado en el 2001 por negarse a entregar a los líderes de al Qaeda, buscados por los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Pese a que no se reportaron grandes batallas en Helmand desde el comienzo de la ofensiva el jueves pasado, ataques a lo largo y ancho del país en los últimos tres días han provocado la muerte de civiles, al igual que soldados afganos y extranjeros.