Actualizado 09/09/2016 13:21

Crisis del Mercosur: Presidencia pro témpore de Venezuela

A view is seen of the Summit of Heads of State of MERCOSUR and Associated States
JORGE ADORNO / REUTERS

   Por Marco Antonio Sabino, socio y presidente de S/A LLORENTE & CUENCA; y Pablo Abiad, socio y director general en LLORENTE & CUENCA Argentina

   CARACAS, 9 Sep. (Notimérica) -

   El Mercado Común del Sur (Mercosur) está atravesando una de sus crisis políticas más complejas desde su fundación hace 25 años. Nos encontramos ante un cambio de orientación política en la región y una nueva consolidación en la estructura de poder. Brasil, que fuera el gran jugador regional, se ve condicionado por el impacto de la destitución de Rousseff. Mientras, con el cambio de Gobierno, el bloque europeo pareciera haber encontrado en la nueva administración de Mauricio Macri a un interlocutor estable, no sólo para otras partes del mundo pero también para sus pares regionales, más aún en un contexto de incertidumbre con la crítica situación que vive el Mercosur.

   El pasado 29 de julio Uruguay decidió dejar el mandato del bloque al terminar su semestre presidencial. En ese momento, Venezuela, país al que le correspondía tomar el testigo en virtud del orden alfabético estipulado para la rotación de la presidencia, anunció al resto de socios que tomaba el mandato, pese a que no hubo ningún acto de traspaso y pese a la oposición de Argentina, Brasil y Paraguay, que consideran vacante la presidencia. De este modo, el bloque se ve inmerso en una parálisis institucional. Por el momento se debate la primacía entre los aspectos estrictamente formales del derecho y el contexto político del momento y, por ende, la conveniencia ideológica de sus pares.

¿Cuál es el debate de fondo? En términos económicos podría pensarse que estos tres vecinos estarían buscando la forma de captar la conducción del bloque regional en momentos en que el Mercosur y la Unión Europea ultiman detalles para alcanzar un Tratado de Libre Comercio, para cuya consecución este semestre será clave en la negociación. Impedir que Venezuela asuma la presidencia del Mercosur es el primer paso en esta dirección.

   El Protocolo de Adhesión señala que la "cláusula democrática", que prevé desde la suspensión del derecho a participar en los órganos del país en cuestión hasta su cesación de derechos y obligaciones, se puede aplicar "en caso de ruptura del orden democrático en alguno" de los Estados miembro del bloque regional. Sin embargo, en el interior del bloque no hubo consenso para aplicar la cláusula a Venezuela. La propuesta se encontró con la negativa de Uruguay.

   Ante esta situación de eventual acefalía en el bloque se propuso como alternativa crear una comisión de embajadores de países integrantes del Mercosur que asuman la presidencia semestral en lugar del país caribeño hasta que le toque a Argentina asumir el liderazgo. Entretanto, ya se cumplió el plazo para que Venezuela se incorporase formalmente como presidente de Mercosur. Ante la resistencia para que Venezuela continúe, los delegados de Brasil y Paraguay, incrementan la presión sobre Buenos Aires y Montevideo. Por su parte, Argentina estaría analizando la posibilidad de una mediación papal en el asunto.

   El estado actual de situación parece presentar tres escenarios a futuro para lograr una salida a este estancamiento: convalidar el incumplimiento de Venezuela del Protocolo de Adhesión al bloque y lograr de esta manera su exclusión; dejar transcurrir tres meses hasta que le corresponda a Argentina asumir la conducción del organismo; o bien, invocar formalmente la intermediación de la Santa Sede en el conflicto.

   Puede ver el reporte completo de Desarrollando Ideas pinchando aquí.