Actualizado 16/05/2006 19:48

Crónica Bolivia.- Morales insiste en las buenas relaciones con España, pero rechaza compensar al BBVA

El presidente de Bolivia concluye su viaje a Europa reafirmándose en la legitimidad y la "racionalidad" de la nacionalización


BRUSELAS, 16 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, concluyó hoy en Bruselas su periplo europeo reafirmándose en la legitimidad y en el carácter racional del decreto para nacionalizar los hidrocarburos y dejó claro que el Gobierno de Bolivia no se plantea indemnizar al BBVA, afectado por una nueva medida de nacionalización: "No hay nada que indemnizar porque no estamos expulsando a nadie ni estamos expropiando. Sólo estamos recuperando lo que corresponde al pueblo boliviano", declaró.

El presidente boliviano escuchó una vez más muestras de "preocupación" por el mismo que hoy volvió a escuchar por parte del ministro de Exteriores de Bélgica, Karel De Gucht, y del rey, Alberto II, por la nacionalización de los hidrocarburos.

Morales volvió a defender el derecho del pueblo boliviano a beneficiarse de los recursos naturales por medio de una nacionalización que, insistió, no pretende "expulsar" ni "expropiar" a nadie y que es "racional", basada en el diálogo con las empresas y gobiernos afectados, en declaraciones a la prensa junto a De Gucht después de su encuentro.

El responsable de la diplomacia belga opinó ante la prensa que "esta decisión de nacionalización unilateral me parece un error y en la práctica no funciona" y pidió a Morales que "abra negociaciones en un marco jurídico bien delimitado con las sociedades de extracción para llegar a un compromiso que pueda beneficiar al desarrollo de su país".

Frente a estos argumentos, el presidente boliviano le dio los suyos en defensa de su decreto, precisamente los que ha repetido a lo largo de la visita a Europa que empezó en la Cumbre de la UE-América Latina y Caribe del 11 al 13 de mayo, continuó ayer en París y con una comparecencia solemne ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo y hoy terminó en Bruselas.

Morales fue uno de los principales focos de atención de la Cumbre de Viena, que reunió a 60 países de las dos regiones y donde se impuso la agenda no oficial del encuentro, entre otros aspectos, por el decreto de nacionalización de los hidrocarburos bolivianos.

Antes de volver a Bolivia, Morales se mostró "convencido de que esta visita no ha sido en vano, ha sido importante para aclarar algunas dudas, algunas tergiversaciones de algunos medios de comunicación para tratar de enfrentarnos y confrontarnos". "No van a poder porque somos de la cultura del dialogo, de la vida", añadió.

Igual que hoy en Bruselas, Morales se encontró en Viena con la postura de la UE, que considera que la nacionalización es una decisión legítima, que es justo que los bolivianos se beneficien de sus recursos naturales, pero que hay que tener también en cuenta la situación de las empresas extractoras. Así lo repitió hoy De Gucht, que constató que la decisión de nacionalizar "pertenece al pueblo boliviano", "depende de la soberanía y es natural que la riqueza beneficie primero a la población boliviana", aunque abogó por una discusión con "las sociedades de explotación".

Morales dijo hoy entender "perfectamente la preocupación", pero afirmó que "esta nacionalización garantiza que la empresa recupere su inversión y tenga derecho a las utilidades como cualquier empresa". "La única forma de acabar con un Estado mendigo que nos dejaron los gobiernos neoliberales es recuperando los recursos naturales de manera que haya mayores ingresos para mi país", aseguró.

RELACIONES CON ESPAÑA

La nacionalización de los hidrocarburos afecta particularmente a la petrolera española Repsol y a la brasileña Petrobras. De la misma manera, otra empresa española, el BBVA, se ha visto directamente afectada por el decreto complementario que anunció ayer el Gobierno de Bolivia por el que la entidad dispone de un plazo de tres días para ceder de manera gratuita las acciones que gestiona a través de un fondo de pensiones de las empresas petroleras extranjeras que fueron nacionalizadas el pasado 1 de mayo.

Con respecto a esta segunda medida, Morales rechazó hoy la posibilidad de compensar a las entidades española y suiza, tal y como reclamó el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes.

"No hay nada que indemnizar porque no estamos expulsando a nadie ni estamos expropiando. Sólo estamos recuperando lo que corresponde al pueblo boliviano", señaló Morales y agregó que "las inversiones son un aporte de los trabajadores que sólo estaban administradas por una empresa privada", en referencia al BBVA. Ahora, prosiguió, "los fondos de los trabajadores van a estar administrados por el Estado boliviano".

A pesar de las diferencias de criterio, el presidente de Bolivia dejó claro que "en este momento hay buenas relaciones con Brasil, con España como Gobiernos y también con sus empresas, que ya empiezan a discutir y formular nuevos contratos dentro de los 180 días".

Sin embargo, Morales no perdió hoy dos oportunidades para destacar que su Gobierno no está haciendo nada que no haya hecho antes Europa y que, incluso, lo está haciendo mejor. Lo dijo, en primer lugar, en relación con los hidrocarburos, puesto que la nacionalización "es una decisión soberana pero muy racional con las empresas" y señaló que "no expulsamos a ningún europeo aunque mis hermanos y hermanas que vienen a buscar trabajo están siendo expulsados de Europa".

Por otra parte, en relación al cultivo de coca para el uso tradicional de la población indígena que Europa observa con tanto recelo, recordó que fueron precisamente los europeos quienes "en 1880 la industrializaron con fines benéficos para la humanidad".

CULTIVO DE COCA

El cultivo de la hoja de coca fue el segundo tema del que hablaron Morales y De Gucht en su entrevista y donde el ministro belga también le expresó su preocupación. "Nos gustaría ver que el cultivo industrial destinado a la producción de cocaína sea erradicado, tenemos comprensión por el cultivo tradicional pero que sea vigilado desde cerca con el fin de que la producción de coca disminuya", dijo el ministro.

Morales dijo que "después del fracaso" de la erradicación de cultivos con y sin compensaciones para los agricultores su propuesta es "una reducción voluntaria concertada bajo el control del movimiento campesino", con a autorización de una extensión de 40x40 metros.

Defendió la hoja de coca en su estado natural como "símbolo de la sociedad andina" y dijo estar en "una campaña internacional para revalorizar a la hoja de coca de manera que no siga siendo criminalizada, no es posible que sea legal para la Coca-Cola e ilegal para nosotros en la región andina".