Actualizado 10/08/2008 10:39

Crónica Bolivia.- Morales y ocho prefectos se juegan hoy sus cargos en un referéndum marcado por la violencia

La consulta viene precedida por la advertencia del jueves del Gobierno de que el país estaba a las puertas de un golpe de Estado


LA PAZ, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, y seis prefectos de la oposición se juegan hoy la continuidad en sus cargos en un polémico referéndum marcado por la violencia de los últimos días en distintos puntos del país. Cuatro millones de bolivianos podrán acudir hoy por primera vez a las urnas en un revocatorio que podría cerrar la crisis institucional que vive el país andino.

Los prefectos opositores que se someterán hoy al referéndum son los de los departamentos de la llamada 'media luna', formada por Santa Cruz, con Rubén Costas; Tarija, con Mario Cossío; Cochabamba, con Manfred Reyes Villa; Beni, con Ernesto Suárez; y Pando, con Leopoldo Fernández. También se verá afectado el de La Paz, José Luis Paredes.

Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Beni y Pando representan dos tercios del territorio nacional, en su subsuelo está más del 85 por ciento de las reservas de gas y son las regiones más pujantes y exportadoras del país. El distrito con más votantes es La Paz, con 1,27 millones, y en el otro extremo está Pando, con apenas 33.000.

También se someten a referéndum los prefectos oficialistas de Oruro, Alberto Aguilar, y de Potosí, Mario Virreira, mientras que la prefecta de la oposición en el departamento de Chuquisaca, la líder indígena Savina Cuéllar, juró su cargo el mes pasado y no verá su puesto sometido al escrutinio de la población.

VIOLENCIA

El clima de tensión que vive el país ha ido aumentando en los últimos meses, con diferentes acciones de la oposición, y la violencia empezó a quedar de manifiesto en los últimos días cuando un grupo de opositores impidió la llegada del presidente Morales a las ciudades orientales de Santa Cruz y Trinidad.

El presidente tampoco pudo llegar días antes a la ciudad de Tarija, donde grupos de choque identificados como "autonomistas", cercaron el aeropuerto, y al final presidió los festejos de la Independencia Nacional en La Paz ante la imposibilidad de hacerlo en Sucre, capital legal de Bolivia.

En su lugar, el mandatario tuvo que escoger un balcón del Palacio Quemado, en La Paz, para emitir su mensaje a los bolivianos con motivo de las celebraciones por el Día de la Independencia. "El Gobierno quiere evitar que la fiesta nacional se convierta en otro escenario más en el que la oposición busque violencia", afirmó.

Pero además, a principios de semana dos personas murieron y varias más resultaron heridas durante los enfrentamientos registrados entre la Policía y mineros, y una violenta protesta impidió que los presidentes de Argentina y Venezuela, Cristina Fernández y Hugo Chávez respectivamente, visitaran el país.

EN EL UMBRAL DE UN GOLPE

No en vano, el Gobierno advirtió este jueves que el país estaba a las puertas de un golpe de Estado impulsado por la oposición, al asegurar que la estrategia de los prefectos contrarios a Morales ya no es frenar el referéndum sino derrocar al presidente y desplomar el orden democrático.

De hecho, el portavoz del Gobierno consideró que lo que ha estado ocurriendo en los últimos días en las provincias de Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija, gobernadas por la oposición, "constituyen el preludio del golpe".

"Hoy día están ante un escenario de derrota anticipada, de una derrota abrumadora, frente a ello no atinan a usar a emplear otra herramienta más que la violencia, la intimidación, el chantaje, el silenciamiento de la opinión pública", denunció.

Quintana pidió a los bolivianos, a la comunidad internacional y a los observadores que se encuentran en el país, que estén atentos a lo que pueda ocurrir en las próximas horas. "Este es un montaje de golpe de Estado al típico estilo de las dictaduras", indicó.

POLEMICA POR LOS PORCENTAJES

En un primer momento se planteó que para revocar a Morales haría falta un 53,7 por ciento de votos en contra, mientras que para los prefectos los porcentajes se ubicaban entre un 38 y un 48 por ciento de sufragios.

Sin embargo, la Corte Electoral se desmarcó de esa opción al fijar que, con un criterio de equidad, para revocar el mandato de un prefecto hará falta más de un 50 por ciento de votos, lo cual puede permitir, en los hechos, que muchos de ellos mantengan sus puestos.

En el caso del presidente Morales, el porcentaje para revocarlo deberá ser superior al 53,74 por ciento de los votos, resultado que cosechó en las elecciones que le llevaron al Palacio Quemado en 2006.

ENCUESTAS

Según una última encuesta de Captura Consulting, el presidente tendría un apoyo del 54% para ser ratificado, mientras que las encuestas de la consultora Ipsos superan esta cifra otorgándole un 59% de apoyo en las principales ciudades del país.

Según las encuestas, Morales tiene un alto grado de apoyo en los departamentos de La Paz (77%), Oruro (75%), Potosí (67%), Cochabamba (54%) y Pando (51%), mientras que el 'no' a su continuidad crece en Santa Cruz (70%) Chuquisaca (59%) Tarija (61%) y Beni (57%).

En el caso de los prefectos, la última encuesta los clasifica por un lado los que serán ratificados, como Rubén Costas (74% de apoyo), Ernesto Suárez (64%) y Cossio (58%), y los que serían revocados son José Luís Paredes (53% de rechazo) y Leopoldo Fernández (49%).

Además, están los que se encuentran en peligro de ser revocados, como Reyes Villa y Aguilar, con un 48% de apoyo y un 48% de rechazo cada uno, y Mario Virreira, con un 46% de apoyo y 42% de rechazo, según la citada encuesta.