Actualizado 11/03/2010 22:22

Crónica Chile.- Piñera asume las riendas de Chile en medio de varios terremotos que desataron pánico en la población

Los seísmos generaron nerviosismo entre los jefes de Estado invitados a la investidura


SANTIAGO, 11 Mar. (Especial para EUROPA PRESS, Claudia Riquelme) -

El empresario conservador Sebastián Piñera se convirtió este jueves en el primer presidente de derecha que en 50 años llega al poder en Chile a través de un proceso democrático, en un acto de investidura que se vio truncado por la cadena de nueve terremotos que desataron el pánico en la población.

Los seísmos, cuyos epicentros estuvieron en la zona centro-sur, generaron inquietud no sólo de los ciudadanos, sino también en los invitados internacionales y también en el nuevo mandatario que debió cambiar su discurso de llegada por una primera medida: la declaración de zona de catástrofe de la región donde ocurrió el mayor de los seísmos.

En medio de réplicas, alertas de tsunami y cientos de miles de chilenos corriendo hacia los cerros en las zonas costeras para escapar de un posible maremoto, Piñera suspendió las pocas actividades oficiales que habían sido confirmadas tras el duelo nacional por las víctimas del terremoto de hace 13 días, y se dirigió directamente a la zona afectada, donde se espera que realice su primer consejo ministerial y anuncie sus primeras medidas como mandatario.

Piñera, quien este miércoles subió 260 puestos en el último ránking de la revista Forbes de los hombres más ricos del mundo, recibió el poder de manos de Michelle Bachelet, una médico que llegó a la Presidencia en 2006 con el apoyo de la coalición de izquierdas, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar La Moneda.

Bachelet dejó el poder con un 84 por ciento de aprobación ciudadana, una cifra histórica que, sin embargo, no pudo traspasar al candidato del oficialismo en los últimos comicios, Eduardo Frei, que se presentó a las elecciones para ser su relevo, lo que puso fin a 20 años de regímenes de centro-izquierda.

OVACIÓN EN LA DESPEDIDA

Bachelet llegó temprano a La Moneda, donde se tomó fotografías con sus ministros y fue recibida por cientos de personas que la ovacionaron en su último día como gobernante.

Sonriente, pero visiblemente cansada y emocionada --poco usual en una mujer que siempre mantuvo al margen sus emociones-- la ahora ex mandataria saludó por última vez desde el balcón que da a la Plaza de la Constitución, donde miró los carteles que le aseguraban que los chilenos la esperan de regreso en 2014.

En su último discurso, junto con agradecer a sus colaboradores, dijo que se iba con dolor por las víctimas del terremoto de hace dos semanas, pero orgullosa "y por la puerta ancha" por los logros de su administración, la que estuvo marcada por la protección social a los chilenos.

NERVIOSOS INVITADOS

En la ciudad de Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago, siete presidentes y otros invitados internacionales esperaban a Piñera en la sede del Parlamento, donde a primera hora prestaron juramento los nuevos diputados y senadores del Poder Legislativo de Chile.

Poco antes del comienzo de la ceremonia, invitados nacionales y extranjeros sintieron el primero y el más intenso de los nueve seísmos que han afectado hoy a la zona centro sur de Chile: 6,9 grados en la escala de Richter. Lo que vino después no dio tregua: ocho seísmos de mayor o menor intensidad, ninguno inferior a los 5 grados.

El Príncipe Felipe, los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo; de Bolivia, Evo Morales; de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de Colombia, Álvaro Uribe; de Perú, Alan García; y de Ecuador, Rafael Correa, además de varios cancilleres y diplomáticos, no daban crédito a lo que estaba ocurriendo en ese momento.

Lo que primero que hicieron fue mirar de manera discreta las lámparas y arreglos florales del imponente edificio que alberga al Poder Legislativo chileno y que delataban el movimiento telúrico. Después, entre sonrisas nerviosas, comentaban lo ocurrido y, finalmente, comenzaron a ponerse en pie.

Pero el nerviosismo traicionó a muchos de los invitados que salieron del edificio antes de que entrara Piñera, como dicta el protocolo.

En una rápida decisión motivada por el alerta de tsunami dictada por las autoridades de la Marina y de protección civil, Piñera decidió suspender el almuerzo con sus invitados organizado en la residencia de verano de los presidentes en la localidad de Viña del Mar, con lo que se dio intempestivo término a las actividades oficiales.

EN TERRENO

El nuevo presidente inició su gobierno en terreno al viajar, una vez culminados los actos de investidura, a la ciudad de Rancagua, al sur de Santiago, epicentro de los últimos seísmos, que en la capital chilena provocaron la evacuación de edificios y la caída de muros ya dañados hace 13 días por el "megaterremoto".

Tras confirmar que los daños en la ciudad son "significativos", Piñera declaró a la región zona de catástrofe como medida preventiva para enfrentar la emergencia, impedir incidentes y canalizar la ayuda.

Esto significa, dijo el nuevo presidente, que un militar del Ejército toma control de la ciudad para garantizar el orden público y, aunque aclaró que no se ha declarado el toque de queda, advirtió de que dictaría la medida si lo considera necesario.