Actualizado 04/07/2008 23:55

Crónica Colombia.- Betancourt vincula el éxito de su rescate a la presión francesa para evitar una operación armada

Sarkozy y los miembros del Comité de Apoyo le dan una calurosa acogida en París


PARIS, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Ingrid Betancourt, que recuperó la libertad el pasado miércoles 2 de julio tras más de seis años retenida en la selva por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), llegó hoy a "su dulce Francia", para agradecer al presidente Nicolas Sarkozy, a los franceses y a todos los miembros del Comité de Apoyo su esfuerzo y su movilización continua durante todo su cautiverio para reclamar su liberación.

Además, vinculó el éxito de la operación de rescate del Ejército colombiano a la presión francesa para que se descartara una intervención militar armada que pusiera en peligro la vida de los rehenes, algo que Francia siempre exigió al presidente colombiano Alvaro Uribe, por lo demás abiertamente contrario a una negociación con la guerrilla, vía que privilegiaba París.

Minutos después de las 16.00 horas, Betancourt bajaba sola y sonriente las escalerillas del Airbus 219 fletado por la República francesa procedente de Bogotá para fundirse en un abrazo con el presidente francés y su esposa, Carla Bruni. Al grupo se unieron enseguida los hijos de la franco-colombiana, Melanie y Lorenzo, así como su actual marido, Juan Carlos Lecompte; su ex marido, Fabrice Delloye, su hermana Astrid y su sobrino.

En un ambiente familiar y bajo un sol radiante departieron brevemente antes de dirigirse hacia los micrófonos instalados en el aeropuerto militar de Villacoublay, situado en las afueras de París, donde el primero en tomar la palabra fue Sarkozy para darle la bienvenida.

"Bienvenida a Francia, tu casa. Toda Francia está feliz de verte aquí. Toda Francia admira tu dignidad", le dijo el presidente francés, que consideró su presencia "un mensaje de esperanza" para "todos los que sufren en el mundo".

"Que sepan que, como las enfermeras búlgaras, hay una luz al final del camino. Francia os ama", subrayó el presidente francés aludiendo a las enfermeras retenidas durante más de ocho años en una prisión libia y en cuya liberación, en julio de 2007, jugó un importante papel la ex esposa de Sarkozy, Cécilia.

"Sueño desde hace siete años con vivir este momento, que es muy emotivo, con respirar el aire de Francia, estar con vosotros. Os lo debo todo, a Francia, al presidente Sarkozy, a quien abrazo, este hombre extraordinario que tanto ha luchado por mí, y a toda Francia", dijo a continuación una emocionada Betancourt cogiendo la mano de Sarkozy.

"Francia es mi casa, vosotros sois mi familia. Os llevo en mi corazón os llevo el agradecimiento de todos los colombianos", prosiguió destacando a continuación como "producto de la lucha francesa" la operación "extraordinaria, perfecta e impecable" del Ejército colombiano que ha permitido su liberación.

"El Gobierno colombiano puso en marcha una estrategia distinta que fue el fruto de la reflexión común entre franceses y colombianos. Me habéis salvado la vida, porque sin esta reflexión probablemente hubiéramos conocido otro fracaso", llegó a decir.

La comitiva se dirigió a continuación al Elíseo donde la presencia de Ingrid Betancourt se vivió como una auténtica fiesta por los numerosos miembros del Comité de Apoyo que durante años han mantenido viva la presión para reclamar la puesta en libertad de Betancourt, a quien la mayoría jamás habían visto en persona.

Por eso, oficiando de maestro de ceremonias, fue el propio presidente Sarkozy el que hizo las presentaciones provocando un gran clamor en la sala: "Queridos amigos: Ingrid Betancourt". Rodeada de sus familiares, Betancourt tuvo palabras de agradecimiento y cariño para los miembros del Comité, a quienes relató el "miedo y el horror" de la vida en la selva.

A continuación les pidió para mantener viva la lucha por el resto de los secuestrados y, girándose hacia Sarkozy, recabó también su ayuda para lograr la liberación de los que continúan en manos de las FARC. Betancourt quiere que Sarkozy viaje a Colombia, hable con el presidente Alvaro Uribe e intente "mover las cosas" incluso reanudando los contactos de Francia con la guerrilla.

"No se les puede dejar allí", dijo. "Es el horror, porque las FARC no se comunican ni con Chávez, ni con Correa y todavía menos con Uribe", prosiguió Betancourt, que sugirió "dejar una puerta abierta" a los "delegados de Francia", aún reconociendo que cada vez que los emisarios franceses entraban en la selva por ella tenían miedo de "no volver".

CONTINUAREMOS

A su petición, Sarkozy respondió que "Francia no detendrá su combate" y que, de la misma manera que se movilizó por ella, no hay que olvidar a los tres rehenes americanos o los colombianos que están en manos de las FARC. "Para que las cosas queden claras: Continuaremos", sentenció.

Además, adelantó que, junto al titular de Exteriores, Bernard Kouchner, tendrá ocasión de ir a Latinoamérica para dar las gracias a los presidentes de Colombia, Venezuela, Ecuador, y Argentina porque "es todo un continente el que se ha movilizado por Ingrid Betancourt".

PUESTA EN ESCENA

Tras dejar el Palacio del Elíseo, Betancourt flanqueada por sus dos hijos, ofreció una rueda de prensa en el Hotel Marigny, próximo al palacio presidencial y residencia habitual de los invitados oficiales de la presidencia francesa. Allí detalló parte de sus planes futuros y respondió a algunas cuestiones polémicas, como la eventual "puesta en escena" de su liberación.

"No, voy a ser franca. Mis relaciones con el presidente Uribe eran muy difíciles. Pero lo que vi, durante la operación, no pienso que fuera una puesta en escena. No creo que se me pueda engañar fácilmente. Teníamos la sensación de que habíamos caído en una trampa. Mis compañeros intentaron lucharon incluso por no entrar en el helicóptero", relató.

También salió al paso de las críticas vertidas por la ex candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, quien desde Quebec había dicho que Sarkozy no había tenido "nada que ver" en la liberación de Betancourt.

"Mi liberación es, evidentemente, efecto de una operación colombiana, pero si Francia no hubiera hecho lo que ha hecho y el Gobierno francés no hubiera asumido la defensa de los rehenes creo que habríamos asistido a otro tipo de operación", subrayó, recordando que anteriores intervenciones militares armadas se saldaron con la muerte de los secuestrados.

A su juicio, pues, lo que ha hecho Francia, "desde el presidente Chirac hasta el presidente Sarkozy" ha permitido que las discusiones en el Gobierno colombiano propiciaran tomar la decisión de llevar a cabo una operación de tipo diferente que Betancourt elogió y que llegó a calificar de "tan absurda" que por eso fue exitosa.

TIEMPO "SIN AGENDA"

Por lo que se refiere a su agenda inmediata, mañana la ex candidata a la presidencia de Colombia será sometida a un examen médico exhaustivo en el hospital de Val-de-Grâce que permita determinar las consecuencias para su salud de los seis años de cautiverio en la selva.

Ella misma admitió que, si es posible, le gustaría ir a visitar al Papa Benedicto XVI, e incluso que le encantaría ir a Lourdes, pero sobre todo anunció que se tomará su tiempo para estar con sus hijos. "Estoy en la felicidad infinita de tener tiempo sin agenda, hay cosas delante de mí maravillosamente vacías para llenarlas de felicidad", dijo.

Y en cuanto a sus planes de futuro, escribirá libros y una obra de teatro pero no adelantó si su carrera política pasará por ser candidata a las elecciones europeas o a las colombianas."Tengo una gran ambición por mi país, pero no tengo ambiciones personales", detalló.