Actualizado 31/03/2010 22:13

Crónica Colombia.- La entrega de Moncayo pone fin al periodo de liberaciones unilaterales de las FARC

Las FARC apuestan por el intercambio humanitario "como única forma viable" para continuar con las liberaciones de secuestrados


BOGOTÁ, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Con la liberación este martes del cabo Pablo Emilio Moncayo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han puesto fin a las entregas unilaterales de militares secuestrados, porque a partir de ahora negociarán con el Gobierno el canje humanitario de rehenes por guerrilleros presos como la "única" vía para buscar una salida pacífica al conflicto que azota a ese país desde hace cinco décadas.

Las FARC emitieron este martes un nuevo comunicado momentos después de culminar la segunda fase del operativo humanitario que permitió la liberación el domingo del soldado Josué Daniel Calvo y ayer del cabo Pablo Emilio Moncayo --su rehén más antiguo-- en el que dejan claro que las entregas de secuestrados se realizarán, de ahora en adelante, en el marco de un intercambio humanitario.

"El camino queda desbrozado para el inmediato canje de prisioneros de guerra como única forma viable, para que, sin menoscabo de la integridad física, regresen a la libertad los prisioneros que están en la selva", señala la nota.

Con estas declaraciones las FARC pretenden además desacreditar la vía de los rescates puesta en práctica por el presidente, Álvaro Uribe, a través de la implementación de su política de seguridad democrática. Por estas actuaciones, el grupo armado acusa al mandatario de entorpecer las negociaciones para la liberación de Moncayo y Calvo y de retrasar su entrega anunciada a mediados de 2009.

El pasado domingo, Uribe abrió la puerta a la posibilidad de negociar con las FARC un canje humanitario despertando así una gran expectativa entre los familiares de los rehenes que están a la espera de que se comiencen a ejecutar acciones concretas sobre este polémico asunto.

Pero el Gobierno ha comenzado a poner sus condiciones, en medio de una fuerte controversia política entre los candidatos presidenciales que han fijado sus posturas a favor y en contra del canje, cuando faltan dos meses para que Colombia elija a un nuevo jefe de Estado.

Con el intercambio humanitario las FARC buscan la liberación de importantes guerrilleros que están siendo enjuiciados en otros países como el caso de los rebeldes conocidos como 'Simón Trinidad', 'Sonia' y 'César', extraditados a Estados Unidos.

A este respecto, el alto comisionado para la paz, Frank Pearl, ha dicho este jueves que el verdadero propósito de las FARC, al incluir en el canje a estos rebeldes, es seguir "poniendo trabas", porque se trata de un asunto que no puede resolver directamente el Gobierno colombiano.

"La guerrilla sabe además que eso no es posible porque no está en nuestras manos", dijo Pearl en declaraciones a la prensa, sin precisar más detalles sobre las acciones que ha emprendido el Ejecutivo de Uribe para avanzar en el intercambio humanitario.

El canje humanitario fue propuesto por primera vez en 1999 por el fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, conocido como Manuel Marulanda o 'Tirofijo'. Pero Uribe había rechazado esta propuesta desde que asumió el poder hace casi ocho años alegando que la guerrilla debe primero liberar a todos los secuestrados antes de sentarse a negociar.

Las FARC tienen en su poder a un total de 22 uniformados --8 militares y 14 policías-- que son la moneda de cambio que pretenden utilizar en caso de que el Gobierno colombiano mantenga su postura de avanzar en un acuerdo humanitario para intercambiar secuestrados por guerrilleros presos.

PRESIÓN INTERNACIONAL

Por otra parte, las FARC instaron este martes a la comunidad internacional a promover un proceso de paz encauzado a través del intercambio de rehenes por presos de la guerrilla, sin mencionar a ningún gobierno o nación como posibles mediadores de este proceso.

"Hacemos un llamado a todos los países interesados en una solución política al conflicto social y armado colombiano, lo mismo que a Colombianos y Colombianas por la Paz para que sumen voluntades y dirijan sus esfuerzos concéntricos encaminados a alcanzar el canje de prisioneros de guerra", reza el comunicado.

Las liberaciones de Moncayo y Calvo han avivado los debates internacionales sobre la situación de los secuestrados y el conflicto armado en Colombia, por parte de algunos países y organismos internacionales que, en medio de saludos y felicitaciones por el éxito de la misión humanitaria, han instado a las partes a emprender esfuerzos para poner fin al enfrentamiento.

El Gobierno de Francia, a través del Ministerio de Exteriores, ha saludado al Ejecutivo de Uribe y a las personas que participaron en los operativos, pero ha pedido no olvidar que "todavía quedan muchos secuestrados en Colombia". "Francia desea que se logre la liberación de todas las personas secuestradas por las FARC", acotó.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, también aplaudió este miércoles el éxito de las liberaciones de los uniformados, a la espera de que "en el futuro próximo, las FARC liberen a los rehenes que todavía tienen secuestrados y que estos puedan volver a sus familias".

Insulza opinó que la entrega de los dos soldados por parte de la guerrilla es un "gesto completo de buena voluntad" que "abriría las puertas a la negociación de una paz verdadera" en ese país. "La paz es una importante consolidación de la democracia en Latinoamérica" y "Colombia ha dado pasos importantes al respecto", subrayó.

LA ÚLTIMA LIBERACIÓN DE LAS FARC

Moncayo logró este martes (madrugada del miércoles en España) su libertad, tras 12 años y tres meses de secuestro, convirtiéndose de esta manera en el último rehén que liberarán las FARC de forma unilateral, antes de que se concrete un eventual canje humanitario.

El cabo primero, de 32 años, llegó en un helicóptero facilitado por Brasil al aeropuerto Gustavo Artunduaga Paredes en la localidad de Florencia, departamento de Caquetá (sur), donde pudo reunirse con sus familiares.

Nada más salir de la aeronave el padre del militar, el profesor Gustavo Moncayo, conocido como el 'caminante por la paz', corrió a toda velocidad hacia su hijo con quien se fundió en un abrazo. Lo mismo hicieron el resto de sus familiares, incluida su madre, y la hermana pequeña del cabo, de cinco años, a la que no tuvo ocasión de conocer porque nació durante su cautiverio. Todos ellos entregaron claveles blancos al liberado.

"Quiero agradecer en primer lugar a Dios, a mi papá por su labor titánica, incansable", dijo Moncayo refiriéndose a las caminatas del 'caminante por la paz', quien recorrió cientos de kilómetros para exigir su liberación.

Moncayo mencionó, entre otros, "a la incansable (senadora) Piedad Córdoba", al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al mandatario de Brasil, Inazio Lula da Silva, aunque en ningún momento mencionó al jefe de Estado colombiano, Álvaro Uribe.

Preguntado sobre las FARC, Moncayo se mostró esquivo. "Lo que yo diga sobre las FARC en nada va a cambiar la historia de Colombia", afirmó, añadiendo que la guerrilla es una "realidad" que no se puede ignorar "pese a que algunos se empeñen en hacerlo".

Asimismo, expresó su sorpresa por los cambios que ha podido percibir en sus primeros instantes de libertad. "Todo ha cambiado, la tecnología me deja supremamente admirado, todos los avances tecnológicos", dijo Moncayo en rueda de prensa luciendo un uniforme camuflado. "No saben cuan asombroso es volver a ver civilización", afirmó.

Moncayo aseguró que había soportado todas las penurias de sus 12 años de secuestro por "el amor a mi pueblo colombiano", y dijo sentir "orgullo" por vestir su uniforme de militar del Ejército. También se refirió a sus compañeros secuestrados Libio José Martínez y Carlos Duarte, que le pidieron que enviara un mensaje en su nombre para que se logre su pronta liberación, ya que sus vidas "corren peligro".