Actualizado 26/10/2008 12:32

Crónica Cumbre.- Crisis financiera, inmigración y juventud centrarán la Cumbre Iberoamericana en El Salvador

El Rey y Zapatero se reunirán con los presidentes de Brasil y México, que participarán en la cumbre de Washington como miembros del G-20


MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La crisis financiera, las políticas europeas de inmigración y aquellas dirigidas a la juventud centrarán la XVIII Cumbre Iberoamericana que arranca el miércoles en San Salvador, y a la que han confirmado su asistencia todos los jefes de Estado y de Gobierno de la región, con la excepción de Cuba, que tradicionalmente envía a uno de sus vicepresidentes.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha propuesto a sus colegas que la reunión que celebrarán a puerta cerrada en la tarde del jueves --y en la que ni siquiera estarán presentes los ministros de Exteriores-- se centre en la crisis financiera internacional.

La idea es conocer los análisis que cada país hace de su sistema financiero y ver qué medidas concertadas se podrían adoptar para hacer frente a esta situación, informaron fuentes gubernamentales españolas, que precisaron que España apoya la propuesta de Bachelet, puesto que permitirá al presidente explicar las medidas adoptadas frente a la crisis tanto en España como en la UE.

La crisis financiera también estará presente en el encuentro que el Rey y Zapatero prevén mantener con los presidentes de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, y México, Felipe Calderón, los dos miembros del G-20 (Brasil incluso asume ahora la presidencia del grupo) que acudirán a la conferencia económica internacional del 15 de noviembre en Washington.

Zapatero tiene cerradas además entrevistas bilaterales con los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Colombia, Álvaro Uribe; Paraguay, Fernando Lugo; Chile, Michelle Bachelet; El Salvador, Elías Antonio Saca y Guatemala, Álvaro Colom, además del tradicional desayuno que el presidente mantiene con el Rey y el conjunto de los presidentes centroamericanos.

España también quiere aprovechar esta Cumbre Iberoamericana para explicar las políticas de inmigración española y europea, especialmente en lo que se refiere a la directiva europea de retorno y al Pacto Europeo por la Inmigración, que han despertado críticas en algunos países iberoamericanos.

No obstante, el lema central de la Cumbre de este año es 'Juventud y Desarrollo', por lo que los jefes de Estado y de Gobierno tienen previsto aprobar un Plan Iberoamericano para la Cooperación y la Integración de la Juventud, que constituya un "referente" para la elaboración de las políticas dirigidas a la juventud.

El objetivo es que estas políticas vayan encaminadas a evitar la "exclusión" y la "marginalidad", por lo que deberán tener como principios fundamentales la participación de los jóvenes, la no discriminación, la interculturalidad y la igualdad de género, según las fuentes. Los jóvenes en América Latina suman unos 120 millones de euros, en torno al 27 por ciento de la población.

CAMPUS PARTY

La Cumbre servirá también para estudiar la posibilidad de que la Secretaría General Iberoamericana, órgano permanente de apoyo al proceso de estas citas anuales, ponga en marcha un plan de apoyo a la reconstrucción en Haití y Cuba tras el paso de los últimos huracanes.

También está previsto encargar a los ministros iberoamericanos de Agricultura un plan de seguridad alimentaria. En el marco de las actividades paralelas que tendrán lugar en el marco de la Cumbre, la Segib ha organizado una Campus Party en San Salvador en la que se ha implicado a Telefónica y en la que participarán 700 jóvenes de 22 países distintos.

La Cumbre del año pasado, que se celebró en Santiago en Chile, estuvo marcada por el incidente que protagonizaron el Rey y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Entonces, Don Juan Carlos espetó a Chávez un "¿por qué no te callas?" después de que interrumpiera varias veces al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras éste defendía al ex jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, al que Chávez insultó en reiteradas ocasiones.

El incidente provocó una crisis diplomática entre los dos países, resuelta en julio pasado con la visita de Chávez a España, en el marco de la cual se entrevistó en Palma de Mallorca con Don Juan Carlos, quien le regaló una camiseta con la famosa frase impresa.