Actualizado 01/03/2006 21:54

Crónica Haití- El jefe de la MINUSTAH agracece a España su presencia en Haití, tema del que tratará mañana con Moratinos

La victoria de Préval en la primera vuelta de las presidenciales "fue evidente", pese a no haberse finalizado el recuento de votos por irregularidades


MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), el chileno Juan Gabriel Valdés, señaló hoy en Madrid que hubiera preferido que el contingente de más de 200 españoles que participa en la misión permaneciera en el país después del 5 de abril, fecha anunciada por el ministro de Defensa, José Bono, para proceder a la retirada, y puntualizó que aunque la MINUSTAH "comprende las dificultades de todos los países que participan en una misión de paz de la ONU", es necesario que España "escuche nuestro punto de vista".

En este sentido, Valdés reiteró la necesidad que tiene la MINUSTAH del apoyo de las tropas internacionales, y explicó que, pese a que aún no ha hablado del tema con las autoridades españolas, confía "en la buena disposición" de todos los colaboradores para contribuir a que la misión continúe desarrollando el proceso de estabilización en la isla. Valdés aseguró que tratará el tema del contingente español mañana durante la reunión que tiene prevista con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

A pesar de todo, Valdés quiso mostrar su "agradecimiento" al Gobierno español por su aportación a la MINUSTAH, cuyo contingente de más de 200 efectivos se encuentra ubicado en la zona norte del país, fronteriza con República Dominicana.

VICTORIA "EVIDENTE"

Valdés se encuentra estos días en España para informar de la situación en Haití después de que se haya celebrado el proceso electoral para tratar de reinstaurar la democracia en la isla. El pasado 7 de febrero se celebraron elecciones presidenciales y parlamentarias en la isla, después de numerosos retrasos en la fecha establecida. En estos comicios resultó elegido como nuevo mandatario René Préval, tras cinco días de incertidumbre en los que se descubrieron numerosas irregularidades en el proceso, entre ellas la desaparición de urnas y su posterior aparición en vertederos.

Préval lideraba el recuento oficial con más de un 49 por ciento de los votos pero necesitaba mayoría absoluto para proclamarse presidente sin tener que acudir a una segunda vuelta. El Consejo Electoral decidió proclamarle presidente después de que se produjeran manifestaciones populares por todo el país que clamaban la ilegalidad del proceso, tras descubrirse que el 5 por ciento de los votos habían desaparecido, así como que existía una cantidad "sospechosa" de sufragios en blanco.

Así, Valdés defendió la decisión del Consejo, puesto que, a su juicio, la victoria de Préval "era evidente". "No se le puede negar la victoria a un candidato con más del 49 por ciento de votos obtenidos, habiendo desaparecido el 5 por ciento de votos y cuando numerosas actas fueron destruidas", señaló. No obstante, reconoció que la existencia de un 4 por ciento de voto en blanco resultaba "sospechosa", especialmente en algunas zonas donde este tipo de votos alcanzaba el 40 por ciento. "Un campesino no se levanta a las tres de la mañana, camina dos horas hasta el centro electoral, espera una cola de una hora, para votar en blanco de entre 36 candidatos", argumentó Valdés.

En cuanto al proceso electoral, Valdés quiso resaltar la "espectacularidad" con la que se llevó a cabo, con colas de espera desde las cinco de la mañana", con una población que acudió a depositar su voto "con gran entusiasmo" y por primera vez, con más de tres millones de haitianos registrado para ejercer su derecho, dotados de tarjetas de identidad con fotografía y huella digital. "En otros procesos anteriores hubo personas que presumieron de haber votados siete veces, e incluso votaron Sadam Hussein, Madelleine Albright", entre otros, recordó el embajador. "Ha sido el proceso electoral más limpio y participativo que ha tenido Haití en su historia", puntualizó.

Asimismo, el representante de la MINUSTAH recordó que el proceso electoral aún no ha finalizado, puesto que es necesaria una segunda vuelta para las parlamentarias, que permitirá la formación de un Congreso. "La ley haitiana exige que los diputados obtengan más del 50 por ciento de los votos", recordó. Tras este proceso, que se celebrará "a mediados de abril", Préval tomará posesión de su cargo, puesto que, según ha manifestado, "es muy importante para él jurar su cargo ante un Congreso".

"NADIE QUIERE UNA VUELTA AL PASADO"

Respecto al eventual regreso del sacerdote y ex presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide, obligado a huir al exilio tras una rebelión violenta hace dos años, Valdés manifestó que "es cuestión de los haitianos, y son ellos los que deben discutirlo". A pesar de todo, recordó que el ex mandatario "tiene derecho a vivir en su país", como establece la Constitución de la isla. "Lo que nadie quiere es la vuelta al pasado", puntualizó, añadiendo que tampoco "es lo que quiere Préval".

El presidente electo, antiguo protegido de Aristide, declaró recientemente que la Constitución permite el regreso al país del derrocado presidente, por lo que su entrada no puede prohibirse.

En cuanto al futuro de la misión de la ONU en la isla, Valdés señaló que se enfrenta a una situación en la que se deben reconstruir las instituciones democráticas y reestablecer los lazos de la sociedad con el Estado. "La MINUSTAH no puede sustituir al Estado", recordó el embajador chileno, que también manifestó su opinión de que la misión deberá permanecer sobre el terreno al menos dos o tres años más, aunque no sea en el plano militar. "Es necesario formar un cuerpo de seguridad efectivo que proporcione seguridad" a esta nación de ocho millones de habitantes, y que cuenta con el dudoso honor de ser la más pobre del continente iberoamericano.

Entre los problemas a los que se enfrenta la misión se encuentra el retraso en la llegada de los fondos para proyectos de reconstrucción, así como la dificultad de desarmar a las bandas, puesto que aquí "no tratamos con grupos guerrilleros", sino con individuos que tienen un arma y se agrupan.

En cuanto a los fondos, Valdés manifestó su esperanza de que este año, mejore la llegada de las aportaciones de los donantes y las organizaciones multilaterales, puesto que "es difícil pacificar a una sociedad", si no se cuentan con fondos para proveerles de la más mínimas necesidades básicas. "Existen muchos proyectos", apuntó, pero hay dificultades con la llegada y la diversificación de los fondos. Así, Valdés recordó que "haití no es un problema militar, es un problema social"