Actualizado 03/12/2009 19:07

Crónica Honduras.- El Congreso rechaza restituir a Zelaya en la Presidencia hasta concluir su mandato constitucional

Micheletti insta a Zelaya a aceptar la decisión y Lobo, ganador de los comicios, dice respetarla


TEGUCIGALPA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Congreso Nacional hondureño rechazó este miércoles restituir al presidente depuesto Manuel Zelaya por 111 votos contrarios a la restitución, 14 a favor y tres abstenciones. El presidente 'de facto', Roberto Micheletti, instó al mandatario derrocado a aceptar la decisión del Congreso, mientras que éste la calificó de "vergüenza" y consideró que los diputados serán "históricamente juzgados".

A pesar de que Zelaya había dicho días atrás que no aceptaría ser restituido en la Presidencia hasta concluir su mandato constitucional el próximo 27 de enero para no legitimar el golpe de Estado que lo derrocó el pasado 28 de junio, calificó anoche de "vergüenza" la decisión del Parlamento de su país de no restituirlo en el poder y advirtió a los hondureños que se avecinaban tiempos de "pena de muerte" y de problemas económicos para los más desfavorecidos.

"Hoy (por miércoles) el pueblo esta comprobando cuáles son los verdaderos enemigos de la democracia que participan en elecciones pero que traicionan al pueblo", aseguró en un comunicado, dinfundido por el diario 'Última hora'.

Zelaya consideró que "el mundo entero debe saber que esa sesión del Congreso es una vergüenza para Honduras, porque la mayoría de los diputados golpistas ratificaron el golpe contra el Presidente constitucional".

Además, llamó a "no parar de luchar contra la dictadura", insistió en no reconocer las elecciones del pasado domingo y calificó a Porfirio Lobo como "el presidente del fraude". "Ratifico al pueblo y la comunidad internacional que mi lucha es pacífica y continúo con mis principios democráticos", aseguró.

"Me mantengo todavía en la Embajada de Brasil luchando por la condena a la dictadura y ahora también contra el fraude electoral que se hizo el domingo. Las elecciones no representan una salida para el país", insistió. Zelaya lleva refugiado en la legación brasileña desde que regresó por sorpresa a Honduras el pasado 21 de septiembre.

Zelaya advirtió de que "vienen tiempos en los que se nos va a aplicar la pena de muerte, se devaluará nuestra moneda, subirá el costo de la vida y se reducirá el poder adquisitivo".

Micheletti instó por su parte a Zelaya a aceptar la decisión del Congreso, el organismo al que ambos mandatarios acordaron otorgarle la competencia para decidir la conveniencia de restituir a Zelaya o no en el cargo, tal y como quedó reflejado en el acuerdo que ambas partes firmaron a finales de octubre para poner fin a la crisis política que vive el país centroamericano desde el golpe.

"Todos tenemos que respetar la opinión de cada uno, él tomará su decisión que es lo que pasará, recordemos que él fue el que pidió que se hiciera a través del Congreso, pues nosotros siempre creímos que era a través de la Corte Suprema, pero accediendo para que hubiera paz y tranquilidad en el país, accedimos que fuese el Congreso", subrayó Micheletti, recordando que fue Zelaya quien insistió en que su restitución la debía determinar el Congreso y no la Corte Suprema de Justicia (CSJ) como defendía el presidente interino.

En una entrevista con el Canal 10, el presidente 'de facto' admitió creer que Zelaya "ya es historia porque ya el pueblo le respondió todas las preguntas que él había exigido". Sin embargo, el Frente Nacional de Resistencia ya ha dicho que no reconocerá la decisión del Congreso.

NUEVE HORAS DE DEBATE

Tras un debate de más de nueve horas, los diputados aprobaron por amplia mayoría rechazar la restitución de Zelaya, siguiendo el dictamen no vinculante del Supremo, del Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y del Comisionado de los Derechos Humanos, organismos que debían remitir su opinión al Congreso para que éste resolviera el escollo de la restitución.

El informe de la CSJ ya se sabía que rechazaba la restitución de Zelaya antes de que respondiera ante la Justicia por seis delitos, entre ellos el de traición a la patria, desobediencia a órdenes judiciales, violación de los deberes de los funcionarios y abuso de autoridad al haber querido convocar un referéndum para preguntar a los hondureños si estaban dispuestos a cambiar la Constitución para permitir la reelección presidencial.

Zelaya fue sacado a punta de pistola por el Ejército el pasado 28 de junio, después de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) hondureña calificara de ilegal la pretensión del entonces presidente de realizar una consulta popular sobre una modificación de la Constitución que permitiese su reelección.

Por su parte, el informe de la Fiscalía leído señalaba que la vuelta al poder de Zelaya era "jurídicamente insostenible", además de "inaceptable e insostenible", mientras que el informe de la Procuraduría consideraba "inviable" la vuelta de Zelaya.

El informe del Ministerio Público admite que "esta Fiscalía General de la República es de la opinión legal (...) declarar inadmisible por ser improcedente la petición de retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo".

Todos los diputados intervinieron en la sesión, que comenzó a las 13.00 hora local (20.00 hora española) y estuvo marcada por las fuertes medidas de seguridad entorno al edificio, donde se concentraban cientos de seguidores del mandatario depuesto.

El Partido Nacional votó en bloque en contra la restitución del presidente, como también lo hicieron la mayoría de los diputados del Partido Liberal de Zelaya y Micheletti.

El ex candidato presidencial del partido Unificación Democrática (UD), César Ham, defendió la restitución de Zelaya al poder, cuestionó los motivos por los que fue expulsado del Gobierno, tildó de "cínicos" a los responsables que presentaron los distintos informes de las instituciones del Estado a las que se pidió opinión y, asimismo, puso de relieve las distintas violaciones a los Derechos Humanos y libertades fundamentales en el país desde el golpe de Estado.

Edmundo Orellana, diputado y ministro de Defensa en el Gobierno de Zelaya, calificó de "golpe de Estado" la votación del decreto por el que se derrocó al mandatario depuesto y que fue aprobado por el Congreso.

Tras las elecciones del pasado domingo, y salvo sorpresa, Micheletti seguirá como presidente interino hasta que el próximo 27 de enero Lobo asuma el cargo.

El líder del Partido Nacional, que se ha comprometido a impulsar un Gobierno de unidad y reconciliación en el país sin descartar a nadie, aseguró que respalda "lo que el Congreso decidió esta noche". "Respeto la decisión del Congreso", dijo Lobo en declaraciones al noticiario de Canal 5 recogidas por Radio América.

La comunidad internacional se mantiene dividida respecto a la validez de las elecciones del domingo, marcadas por la crisis política en la que se ha visto inmerso el país centroamericano tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Mientras Estados Unidos encabeza el bloque de países que apoyan reconocer los comicios, al igual que Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú e Israel, Brasil encabeza el bloque que los rechaza, apoyado por la gran mayoría de los países latinoamericanos, incluidos Chile, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Paraguay, Cuba, El Salvador y Guatemala.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, aseguró este jueves que ya hay "un consenso" entre los Estados miembros de la UE para aceptar que las elecciones se desarrollaron "pacíficamente pero en unas circunstancias excepcionales" y para defender la "voluntad de buscar una solución política en el futuro".

Moratinos telefoneó el martes a Lobo, ante quien apostó por que el país avance hacia la reconciliación a través de un gran acuerdo nacional, aseguraron fuentes diplomáticas a Europa Press.