Actualizado 30/11/2009 22:10

Crónica Honduras- Lobo, ganador de los comicios en Honduras, insta a reconocerlos y promete crear un Gobierno unitario

La comunidad internacional se muestra dividida ante la petición de Zelaya de no reconocer los comicios


TEGUCIGALPA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

El líder del Partido Nacional y ganador de los comicios generales celebrados este domingo en Honduras, Porfirio 'Pepe' Lobo, anunció anoche su intención de promover la creación de "un gobierno de unidad nacional, de reconciliación" porque "ya no hay tiempo de más divisiones" en el país centroamericano que, en los últimos meses, ha vivido una crisis política sin predecentes recientes tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Por su parte, el presidente derrocado Manuel Zelaya denunció esta madrugada que el nivel de participación de las elecciones, que el Tribunal Supremo Electoral sitúa por encima del 60 por ciento, ha sido "inflado". El Frente de Resistencia contra el golpe, que reduce al 21 por ciento la participación, ha dicho que no dialogará con Lobo y ha adelantado una movilización permanente contra la legitimidad de los resultados.

El líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, obtuvo el 55,77 por ciento de los votos en los comicios generales de este domingo en Honduras con el 61,86 por ciento de los votos escrutados por el Tribunal Supremo Electoral, informaron los medios locales.

Lobo aclaró este lunes que su Gobierno no permitirá que "nadie meta sus narices" en los asuntos internos, incluido el mandatario venezolano, Hugo Chávez, que insistentemente ha rechazado la legitimidad de los comicios, al igual que el Gobierno cubano. Lobo advirtió de que buscará buenas relaciones con la comunidad internacional pero no aceptará "imposiciones" de otros países porque Honduras es "un país libre, soberano e independiente".

LOS DATOS ELECTORALES PROVISIONALES

Lobo, al que todas las encuestas daban como ganador, obtuvo el apoyo de 897.335 votantes, frente a los 613.154 que cosechó su principal rival en las elecciones, el candidato del Partido Liberal, Elvin Santos, quien obtuvo el respaldo del 38,58 por ciento del electorado.

Por su parte, los candidatos del Partido de Innovación y Unidad, Bernard Martínez, del Partido Demócrata Cristiano, Felicito Ávila, y de la Unificación Democrática, César Ham, obtienen respectivamente 35.593 votos (3,01%); 31.174 (2,89%) y 29.006 (1,75%) con el 61,86 por ciento de los votos escrutados.

El Tribunal Supremo Electoral, ya ha escrutado el 61,86 por ciento de un total de 1.716.027 personas que ejercieron su derecho al sufragio. En total estaban llamados a las urnas alrededor de 4,6 millones de hondureños.

El alto tribunal electoral contabiliza, a falta de escrutar algo menos del 40 por ciento de los votos, un total de 42.998 papeletas en blanco y ha dejarado 66.537 votos nulos.

Ante estos datos, Zelaya denunció que el régimen de facto infló los resultados "para convertirla en una mentira para los hondureños" y aclaró este lunes que no aceptará su restitución en la Presidencia porque eso sería "legitimar el golpe" de Estado en su contra y "legalizar" el supuesto "fraude" cometido en las polémicas elecciones.

"Ni restitución para legitimar el golpe ni para avalarles un proceso que está totalmente viciado de nulidad", insisitó Zelaya en declaraciones a la emisora local Radio Globo.

REACCIONES DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

La comunidad internacional se mantiene dividida respecto a la validez de las elecciones, marcadas por la crisis política, algo que ha podido constatarse en las intervenciones de los distintos dirigentes latinoamericanos, reunidos en la XIX Cumbre Iberoamericana en Estoril (Portugal).

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, admitió estar dispuesto a dialogar con el presidente electo pero insistió en que es "fundamental" restituir a Zelaya y, en todo caso, se abstuvo de pronunciarse sobre la validez de los comicios.

El presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, instó a sus colegas iberoamericanos en Estoril a reconocerlas y recalcó que su país "aspira a reconocer las elecciones si son transparentes, si no hay acusaciones de fraude y si los observadores que han participado nos certifican que pueden aceptarse o deben aceptarse".

El mandatario que sí se pronunció abiertamente a favor de reconocer las elecciones fue el presidente colombiano, Álvaro Uribe, porque en Honduras "se ha dado un proceso democrático en Honduras de alta participación" y "sin fraude" y, por ello, confió en que "este nuevo Gobierno adelante todos los esfuerzos para superar definitivamente esta situación difícil que se ha presentado en Honduras para consolidar plenamente las instituciones democráticas".

Sin embargo, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reconoció ante el resto de mandatarios iberoamericanos que su Ejecutivo no reconocerá las elecciones para no "legitimar un golpe de Estado".

"Las elecciones de ayer no pueden ser invocadas para legitimar un golpe de Estado perpetrado hace sólo cinco meses atrás porque de esta forma se estaría sentando un precedente grave, inaceptable y una seria amenaza para la democracia en América Latina", subrayó la jefa de Estado chilena durante su intervención en la Cumbre, informó Radio Cooperativa chilena.

La mandataria argentina, Cristina Fernández, adelantó que tampoco reconocerá el Gobierno salido de las urnas al calificar a los comicios de "pseudoelecciones" dado que éstos se celebraron "en el marco de la más absoluta ilegalidad democrática".

El Gobierno ecuatoriano tampoco no reconocerá la legitimidad de los comicios al considerar que su celebración "bajo la égida de un Gobierno 'de facto' constituye en precedente nefasto para la región" y por considerar que el proceso electoral estuvo "viciado desde su inicio" e instó a la restitución "inmediata" de Zelaya.

"Es indispensable que se restablezca el orden constitucional, el Estado de Derecho y las autoridades legalmente constituidas en la hermana República de Honduras", subraya el Ministerio de Asuntos Exteriores del país andino en un comunicado emitido este domingo.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendieron en un encuentro bilateral en Estoril la necesidad de que los líderes iberoamericanos alcancen una posición conjunta "aceptable" sobre las elecciones en Honduras.

Asimismo, defendieron que se dé tiempo a los propios hondureños para que aborden la vuelta al orden constitucional, han informado fuentes del Gobierno español que precisaron que fue Lula quien apuntó esta idea de dar tiempo al presidente electo, a pesar de que el domingo insistió en que Brasil no reconocería los resultados.

Zapatero ha abogado por un "gran acuerdo nacional" en Honduras que ayude al país a "recuperar la estabilidad democrática, han informado fuentes del Ejecutivo español. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo que España "no reconoce" las elecciones pero "tampoco las ignora" y defiende buscar un mecanismo de diálogo para poner fin definitivamente a la crisis.

Mientras, el Gobierno estadounidense, a través de su Departamento de Estado, aseguró este lunes que las elecciones celebradas en Honduras cumplieron con los estándares internaciones de justicia y transparencia, aunque reconoció que no son suficientes para restaurar el orden democrático. Por ello, instó a Lobo a trabajar por una mayor reconciliación del pueblo hondureño.

El embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, aseguró que Washington trabajará "de una forma muy constructiva y se buscará la manera de restablecer los lazos muy fuertes que Estados Unidos y Honduras han tenido".

El próximo 2 de diciembre el Congreso Nacional deberá pronunciarse sobre la conveniencia de restituir o no a Zelaya hasta agotar su mandato constitucional el 27 de enero, cuando asumirá las riendas del país Lobo.