Zelaya insiste en la necesidad de posponer las elecciones hasta revertir el golpe para "legitimarlas"
TEGUCIGALPA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente 'de facto', Roberto Micheletti, adelantó este jueves que renunciará a estar en primer línea política a partir de la próxima semana para dar "un espacio de reflexión" a los hondureños de cara a las elecciones del próximo 29 de noviembre. Sin embargo, el mandatario depuesto Manuel Zelaya instó a retrasar los comicios con el objetivo de encontrar una solución "legal" para revertir el golpe de Estado y poder así "legitimarlas".
El presidente interino justificó que abandonar la primera línea de la política entre el próximo 25 de noviembre y el próximo 2 de diciembre es precisamente "que la atención de todos los hondureños y hondureñas esté concentrada en el proceso electoral y no en la crisis política".
Por ello, instó a Zelaya a guardar "el más profundo silencio y respeto" durante las próximas semanas por la importancia de que los hondureños dedican su futuro en las urnas el próximo 29 de noviembre.
"Aquellos que pretendan obstaculizar los comicios impulsados por su interés y su agenda personal no tendrán éxito", aseguró el presidente 'de facto' que también pertenece al Partido Liberal, como Zelaya.
Por su parte, el mandatario depuesto reclamó que se posterguen las elecciones para que puedan ser legitimadas una vez encontrada la solución legal para revertir el golpe de Estado del pasado 28 de junio y para evitar el derramamiento de sangre en el país centroamericano, que vive una de las peores crisis políticas de los últimos años.
"Posponer las elecciones debe ser una condición que permita legitimarlas, que nos devuelva al estado de derecho, al orden constitucional y la credibilidad internacional con un acuerdo político", señaló Zelaya en un comunicado.
A su juicio, "la convocatoria a elecciones generales ordinarias en un Estado de facto, sin que previamente se haya restaurado la democracia e instalado el gobierno de unidad y reconciliación, es una aberración jurídica, una burla y un engaño al pueblo".
Horas antes, Zelaya emitió un nuevo comunicado criticando a Estados Unidos por reconocerle como presidente legítimo de Honduras y por respaldar los comicios sin que se haya producido su restitución en la Presidencia. En el mismo, adelantó que impugnaría los comicios e instó a la población a hacer lo mismo.
En este sentido, el mandatario depuesto criticó una vez más al Gobierno 'de facto' por incumplir el acuerdo suscrito entre las partes en liza a finales de octubre con el objetivo de allanar una solución a la crisis política en Honduras.
EEUU CRITICA A AMBAS PARTES POR NO FORMAR UN GOBIERNO
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ian Kelly, criticó a ambas partes este jueves por incumplir el punto relativo a la formación de un Gobierno de unidad y reconciliación.
"La formación de este gobierno de unidad nacional es importante, porque parte de todo este proceso tiene que ver con la reconciliación", aseguró el portavoz en rueda de prensa.
A pesar de que Micheletti y Zelaya acordaron a finales de octubre que fuera el Congreso el que se pronunciara sobre la restitución de Zelaya, previo dictamen de la Corte Suprema de Justicia, las negociaciones se estancaron días después por el anuncio de Micheletti de su intención de conformar un Gobierno de unidad y reconciliación sin representantes del mandatario derrocado.
Por su parte, el Congreso anunció esta semana que hasta el 2 de diciembre no votará sobre este asunto. Zelaya siempre defendió la necesidad de que lo restituyeran en el cargo, antes de la celebración de los comicios.
PREPARATIVOS PARA LOS COMICIOS
El Gobierno interino anunció este viernes que activará, a partir del próximo lunes, un plan especial de desarme general de toda la población para evitar un posible boicot a las elecciones generales del próximo 29 de noviembre, ante las amenazas de los seguidores del mandatario depuesto Manuel Zelaya de sabotear el proceso por considerarlo ilegal.
Se trata de un plan bastante amplio que prevé confiscar incluso las armas de aquellas personas que posean los permisos legales correspondientes, señala la resolución aprobada este jueves en una sesión del Consejo de Ministros presidida por Micheletti.
La semana pasada, las fuerzas policiales y militares hondureñas redoblaron las medidas de seguridad, principalmente en torno a los candidatos presidenciales, ante un aumento de episodios de violencia mientras la crisis política derivada del golpe de Estado sigue sin resolverse.
PENAS DE HASTA SEIS AÑOS PARA QUIENES BOICOTEEN LAS ELECCIONES
Después de que el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado advirtiera de que boicoteará los comicios --este viernes se manifestarán frente al Tribunal Electoral Supremo para protestar contra su legalidad--, la Fiscalía General hondureña advirtió a su vez que quienes pretendan amedrentar a la población para que no participe en los comicios se enfrentarán a la Justicia.
El Fiscal General, Luis Rubí, advirtió este jueves de que las autoridades no permitirán que nadie intimide a la población dado que éstas velarán para que "los violentos realmente sean reducidos, sean puestos a la orden de los tribunales". Asimismo, aseguró que "las encuestas indican que el 80 por ciento de los hondureños están dispuestos a ir a las urnas".
Por su parte, el 'número dos' de la Fiscalía General, Roy Urtecho, precisó que quienes promuevan el boicot a las elecciones podrán enfrentarse a hasta seis años de cárcel. "Estamos advirtiéndoles que se van aplicar penas severas de cuatro a seis años a los que impidan el ejercicio electoral", advirtió.