Actualizado 10/11/2008 19:30

Crónica Nicaragua.- Los sandinistas logran una victoria en las presidenciales de ayer que consolida a Ortega en el poder

La oposición denuncia irregularidades y unas elecciones de "burro amarrado contra tigre suelto"

MANAGUA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) logró una importante victoria en las elecciones municipales de ayer en Nicaragua y que supone la consolidación de Daniel Ortega como presidente tras su victoria en las presidenciales de noviembre de 2006. El resultado es especialmente significativo, puesto que la oposición ha planteado las municipales como un plebiscito contra Ortega con lemas como "Todos contra Ortega".

Una vez escrutado el resultado en el 26,13 por ciento de las 11.808 Juntas Receptoras de Votos (JRV), los sandinistas tienen el 51,2 por ciento de los votos, mientras que el PLC lograría el 42,7 por ciento, una diferencia mucho más estrecha, sin embargo, que la obtenida por Ortega en las presidenciales, cuando derrotó a Eduardo Montealegre con casi diez puntos de ventaja. La Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) sería la tercera fuerza más votada, aunque a una considerable distancia de las dos primeras, con el 4,8 por ciento, siempre según los resultados oficiales del Consejo Supremo Electoral (CSE).

El propio Montealegre era el candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) a la alcaldía de la capital, Managua, hasta ahora gobernada por el sandinista Dionisio Marenco, pero los primeros resultados apuntan a una nueva victoria del FSLN, cuyo candidato, Alexis Argüello, aventaja a Montealegre por casi 14 puntos porcentuales. Argüello tendría a su favor el 55,2 por ciento de las papeletas válidas escrutadas (68.935), mientras que Montealegre obtuvo 57.603 votos (41,61 por ciento), una vez escrutado un 7,59 por ciento de los votos.

Sin embargo, el PLC con Montealegre a la cabeza ha denunciado que las autoridades electorales sólo han hecho público el resultado en las juntas en las que venció el FSLN. Montealegre aseguró que, con las actas de sus fiscales (interventores) en mano, al menos con el 40 por ciento de las juntas, él resultaba triunfador con más del 50 por ciento de los votos, según recoge el 'El Nuevo Diario'.

"Se basan en una muestra mínima, amañada y malintencionada, pues las actas que transmitieron fueron las que ganó el FSLN, mientras las que ganó el PLC, las archivaron", señaló Montealegre.

El candidato liberal, visiblemente molesto, consideró la presentación de los resultados como "inmoral e irresponsable" y con "intenciones de fraude", por lo que, según Montealegre, el FSLN pretende con esos resultados ganar una guerra psicológica para hacer creer que van a ganar. "Han comenzado una guerra psicológica para hacerle creer a nuestros fiscales (interventores) que se van a salir con las suyas. No nos vamos a correr y defenderemos el voto porque ya ganamos, no nos dejarán intimidar", afirmó Montealegre.

Montealegre emplazó al presidente del CSE a que presente con responsabilidad los resultados de todas las JRV. Además, llamó a los magistrados liberales a que denuncien el proceso electoral y el informe preliminar de los resultados.

DENUNCIAS DE LOS MEDIOS

Los medios de comunicación privados, tradicionalmente contrarios a los sandinistas, también han denunciado el supuesto fraude electoral. "Todo el aparato estatal en recursos humanos y materiales que el FSLN tuvo a su disposición en la campaña electoral, se volcó ayer domingo en las Juntas Receptoras de Votos donde prácticamente ejercieron el control en todo el proceso de votación y escrutinio", asegura 'El Nuevo Diario'. Fue, "como se dice popularmente, de burro amarrado con tigre suelto", denuncia.

"En algunos lugares de Managua, y sobre todo en León, las credenciales a los fiscales (interventores) de la oposición se las entregaron tardíamente y con los apellidos alterados para que luego fueran rechazados", asegura. El grupo cívico Ética y Transparencia afirmó que "se trata de las elecciones más irregulares, por no decir fraudulentas, que se han producido desde los tiempos del somocismo". Esta organización cívica no cuenta con acreditación del CSE para desarrollar labores de monitorizacin de los comicios.

'La Prensa' titula "Continúan irregularidades en proceso electoral" en un artículo publicado en su edición electrónica en el que asegura que los interventores del PLC fueron expulsados a medianoche del Estadio Nacional, recinto que funciona como Centro Nacional de Cómputos del CSE, por miembros del FSLN.

"Es una lucha de David contra Goliat, ellos (los fiscales sandinistas y los CPC) andaban como perros, escondiéndonos las actas y a nosotros los fiscales deben de darnos cuenta de todo, nos vigilaban cada paso, pero estamos seguros que ganamos", afirmó una interventora del PLC, Anielka Delgado, en declaraciones a este diario.

VICTORIAS SANDINISTAS EN RIVAS Y LEÓN

El sandinismo obtuvo una importante victoria en la ciudad de Rivas, hasta ahora gobernada por la oposición. "Aquí no ha habido ningún perdedor, aquí hay un sólo ganador que es el pueblo de Rivas, tenemos que trabajar todos unidos y les pido a ellos que me apoyen en nuestra gestión", manifestó el candidato del FSLN, Wilfredo López Hernández, en declaraciones recogidas por la web informativa El Pueblo Presidente (www.elpueblopresidente.com).

Por otra parte, el FSLN logró una arrolladora victoria en la ciudad de León, donde los sandinistas controlan la alcaldía desde 1990. En las calles de la Ciudad Universitaria de León se escuchan a primera hora de la noche las canciones combativas del sandinismo y el grito "¡Viva León Jodido!", según informó esta misma web.

Sin embargo, Montealegre, el candidato del PLC a la alcaldía de Nicaragua, aseguró que su partido, encabezado en esta ciudad por Ariel Terán, es el vencedor real de los comicios. Con el 52 por ciento de las actas escrutadas, Terán tendría un 50 por ciento de los votos, frente al 39,8 por ciento de las papeletas favorables al FSLN.

Los comicios transcurrieron en relativa calma en toda la geografía nicaragüense y sólo se registraron incidentes aislados en la capital y la vecina León, precisamente las ciudades cuyo resultado ha cuestionado más vehementemente la oposición.