LONDRES, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional reclamó este viernes al Gobierno de Raúl Castro la liberación "inmediata e incondicional" de Darsi Ferrer, al que considera es ya el preso de conciencia número 55 de la isla, que lleva detenido desde julio pasado con el "pretexto" de poseer ilegalmente material de construcción.
Ferrer, que dirige el Centro de Derechos de Salud y Humanos Juan Bruno Zayas, fue detenido junto a su mujer Yusnaimy el pasado 9 de julio en La Habana "sin una orden válida, horas antes de su participación prevista en una manifestación para promover la libertad de expresión".
AI denuncia que ambos fueron puestos en libertad sin cargos horas después de su detención, tras ser interrogados y que el propio Ferrer recibió "una paliza de ocho agentes de Policía".
Ferrer volvió a ser detenido días después, el 21 de julio, para interrogarle por supuestos materiales ilegales de construcción en su poder, que ya habían sido confiscados por la Policía tras su primera detención.
A pesar de este hecho, fue "detenido en falso, conducido a una cárcel de máxima seguridad en las afueras de La Habana e imputado obtener bienes ilegalmente", un delito que AI recuerda que, en todo caso en Cuba, permite "normalmente" obtener "inmediatamente la libertad bajo fianza". Desde entonces, permanece en una cárcel "destinada para presos que han sido condenados por crímenes violentos" y sin haber sido juzgado todavía.
"La acusación contra Darsi Ferrer claramente es un pretexto. Creemos que ha sido detenido como castigo por su trabajo para promover la libertad de expresión en Cuba", aseguró el investigador de AI para Cuba, Gerardo Ducos, en un comunicado. Su detención, según Ducos, "constituye un nuevo intento de las autoridades cubanas por socavar el trabajo de los activistas de Derechos Humanos en Cuba".
La ONG internacional considera que prueba de que esta detención está "motivada políticamente" es el hecho de que el caso de Ferrer, en base al supuesto delito cometido, debe ser resuelto por un tribunal local y no por la Oficina del Fiscal General como es el caso, unido al hecho de que ha sido detenido "muchas veces antes por sus actividades de protesta" en la isla.
Por su parte, Ferrer ha explicado que el material de construcción --dos sacos de cemento y vigas de hierro-- pertenecía a un amigo que abandonó el país sin haber terminado de rehabilitar su vivienda y explicó que él mismo dejó el material en el porche de su casa, a la vista de todo el mundo durante meses, hasta que fue confiscado por la Policía.
AI llama la atención sobre el caso de Ferrer tras la muerte este martes del disidente Orlando Zapata Tamayo tras mantener una huelga de hambre durante 85 días para protestar por las palizas sistemáticas en prisión y reclamar sus derechos como preso. La ONG reconoció a Orlando como preso de conciencia en 2003, cuando éste fue detenido, durante la denominada Primavera negra en la isla.