Actualizado 24/12/2011 04:52

Cuba.- Castro aboga por emprender una reforma migratoria paulatina


LA HABANA, 24 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha confirmado este viernes ante el Parlamento que emprenderá reformas "de forma paulatina" en la legislación migratoria cubana, lo que implica que, de forma inmediata, no se levantarán las restricciones impuestas a los cubanos para viajar al extranjero, las cuales que están vigentes desde hace alrededor de 50 años.

"Reafirmo la invariable voluntad de introducir, paulatinamente, los cambios requeridos en esta compleja temática (migratoria), sin dejar de valorar en toda su integridad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos", ha manifestado Castro.

"No pocos consideran urgente la aplicación de una nueva política migratoria, olvidándose de las circunstancias excepcionales en las que vive Cuba, bajo el cerco que entraña la política de injerencias y subversiva del Gobierno de Estados Unidos", ha apostillado el mandatario cubano.

La prensa extranjera acreditada en La Habana no tuvo acceso a la segunda y última sesión anual del Parlamento de Cuba. Estas informaciones han sido recogidas por Reuters a partir de varios blogs oficiales y de disidentes.

La ansiada reforma migratoria en Cuba se daba casi por sentada desde varios sectores políticos y sociales, después de que, en agosto, Castro afirmara que su Gobierno trabajaba para "reducir prohibiciones y regulaciones" a los viajes de los cubanos al extranjero que perduraron "innecesariamente".

LA OPOSICIÓN, FRUSTRADA

Por su parte, la oposición ha expresado su decepción por la reforma migratoria "paulatina" por la que ha optado Castro, a pesar de los incesantes rumores sobre su aplicación inmediata.

La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, ha reprochado en declaraciones a Europa Press que Castro no haya especificado "qué reformas va a llevar a cabo". El Gobierno de Cuba "debe dar libertad al pueblo cubano" para viajar fuera del país y, "al mismo tiempo", (...) "debe eliminar los límites a la hora de salir y entrar" de Cuba, ha apostillado Soler.

El disidente cubano Guillermo Fariñas ha afirmado a Europa Press que el presidente de Cuba "ha perdido una gran oportunidad de modernizar el país". "Castro tiene miedo de que los cubanos miren, comparen y se den cuenta de que el capitalismo es mejor en Derechos Humanos que el socialismo duro que practica" su Gobierno", ha añadido. Además, ha señalado que uno de los principales temores del mandatario cubano es que su Gobierno pierda la estabilidad.

En esta misma línea se ha pronunciado el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, que ha calificado de "inaceptables" las restricciones que, a priori, el Gobierno cubano va a mantener, en declaraciones realizadas a Europa Press.

De esta forma, ha dicho, "va a seguir violando la libertad de movimiento de los ciudadanos, tanto de salida como de entrada al país". Por esta razón, Sánchez ha aseverado que "no se puede utilizar el término reforma", a tenor de la comparecencia del mandatario cubano en el Parlamento, puesto que solo "persigue fines puramente mediáticos".

Asimismo, la bloguera cubana, periodista y defensora de los Derechos Humanos, Yoani Sánchez, ha mostrado su "frustración" por las palabras de Castro, tras "el anuncio a bombo y platillo" de una reforma migratoria. Yoani Sánchez ha apuntado a Europa Press que el presidente de Cuba se ha visto "sobrepasado por las expectativas" levantadas y que, "en las últimas horas, rescribió el discurso".

Sobre las consecuencias que acarreará esta reforma paulatina, Fariñas ha argüido que supondrá "pequeñas aperturas migratorias", cuyo desarrollo dependerá de las "consecuencias" que éstas impliquen en la sociedad cubana. Yoani Sánchez, por su parte, ha mantenido que será "durante los primeros días del 2012" cuando podría registrarse algún cambio.

"CARTA BLANCA"

Durante hace medio siglo, los cubanos se ven obligados a solicitar ante los servicios de emigración un permiso de salida --también llamado "carta blanca"-- para realizar cualquier tipo de viajes fuera de la isla. En un comienzo, el Gobierno justificó esta medida alegando que era para evitar la "fuga de cerebros" promovida por Estados Unidos, como parte de su estrategia para "asfixiar" a Cuba.

Sin embargo, algunos funcionarios castristas han comenzado a considerar que se trata de una medida que, en esta época y bajo estas circunstancias, "ya no tiene sentido" y, por tanto, se han inclinado por una flexibilización de los viajes al extranjero en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Tramitar la "carta blanca" implica uno de los trámites más engorrosos y costosos que tienen que soportar los cubanos. Una persona en la isla necesita alrededor de 500 pesos convertibles (CUC) --lo que equivale a unos 385 euros-- para sufragar todos los gastos de esta gestión. Sólo el permiso de salida tiene un coste de 150 CUC, es decir, unos 105 euros, según informaron disidentes cubanos a Europa Press.

El pasaporte tiene un valor de 55 CUC (38 euros) y los impuestos de salida 25 CUC (17 euros). Otro de los requisitos obligatorios es contar una carta de invitación de la institución, universidad, familiar o amigo, la cual tiene un valor que oscila entre los 200 y 270 CUC (140 y 189 euros).

La flexibilización de los viajes ha sido pedida a gritos por los opositores y por la Iglesia Católica, la cual, en el último año, ha lanzado varios mensajes al Gobierno de Castro para que ponga fin a esta medida adopta durante la Guerra Fría.

El presidente cubano criticó, en cambio, la ley que mantiene en vigor Washington desde 1966 --conocida como "pies secos, pies mojados"-- que otorga residencia a todos los cubanos que ingresen en Estados Unidos por cualquier vía.

"Hoy los emigrados cubanos, en su aplastante mayoría, lo son por razones económicas, y casi todos preservan su amor por la familia y la patria que los vio nacer", aseguró Castro.

En la versión final del plan de reformas aprobado el pasado abril por el gobernante Partido Comunista, se puede leer que el Gobierno va a "estudiar una política que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas". El anuncio causó un gran revuela tanto dentro como fuera de Cuba.

"Damos este paso como una contribución al incremento de los vínculos de la nación con la comunidad de emigrantes, cuya composición ha variado radicalmente con relación a las décadas iniciales de la Revolución" de 1959, afirmó Castro, el pasado agosto al anunciar el posible levantamiento de las restricciones.

Entonces, el líder cubano aclaró que trabajarán para incluir medidas que apunten a "preservar el capital humano creado por la Revolución", en alusión a las deserciones de médicos, deportistas y científicos que, entre otros, abandonan delegaciones oficiales en el exterior.