LA HABANA, 24 Sep. (Reuters/EP) -
Largas filas de conductores en estaciones de combustible en Cuba y horas de espera para el transporte público son signos del impacto de las sanciones impuestas este año por Estados Unidos a la isla caribeña y su principal aliado, Venezuela.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha advertido este mes a los cubanos de que se avecinan tiempos difíciles debido a las limitadas importaciones de combustible. Y animó a los ciudadanos a mostrar solidaridad y hacer lo posible para mejorar la eficiencia energética.
¿CUÁNDO COMENZÓ LA ESCASEZ DE COMBUSTIBLE?
Cuba ha dependido durante décadas de las compras de crudo de sus aliados para alimentar sus refinerías. También importa combustible para satisfacer el consumo de alrededor de 145.000 barriles diarios en plantas de energía, complejos industriales, gasolineras, aeropuertos y hogares.
La escasez de combustible ha empeorado gradualmente desde que Venezuela, principal aliado de la isla, comenzó a reducir los envíos de crudo desde 2016 luego de que su propia producción disminuyó y su economía se hundió en una profunda recesión.
Un acuerdo entre Caracas y La Habana firmado en 2000 permite a Cuba pagar las importaciones de crudo venezolano con servicios que incluyen médicos, entrenadores deportivos y hasta asesores.
Hasta 2015, Venezuela había suministrado a Cuba cerca de 90.000 barriles al día de crudo y combustible. Pero una primera ronda de sanciones de Estados Unidos contra Caracas en 2017 limitó el acceso de la petrolera PDVSA a financiación, lo que agravó su disminución de producción y redujo la inversión en la industria.
A partir de 2017, Cuba produjo solo 51.000 barriles al día de crudo, según los últimos datos disponibles de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información del país.
Analistas sostienen que es difícil para Cuba cubrir el déficit con su consumo de combustible mediante la importación a precios de mercado, debido a que no cuenta con suficiente dinero en efectivo.
Ante la escasez de combustible, el país aplicó una serie de medidas de austeridad en los últimos años, como disminuir el alumbrado público en arterias secundarias y el uso de aires acondicionados en instituciones estatales.
¿POR QUÉ LA SITUACIÓN DE REPENTE ES MUCHO PEOR?
Estados Unidos impuso sanciones en enero que prohíben a empresas de ese país o filiales locales de compañías extranjeras vender combustible a la petrolera estatal venezolana PDVSA, tanto para consumo interno como para reexportaciones. Las medidas prohíben también cualquier intercambio de dólares con PDVSA o sus unidades.
En julio, Washington sancionó también a operadores de buques específicos que cubren la ruta Venezuela-Cuba y la entidad que recibe petróleo venezolano, Cubametales, administrada por el Estado. Desde entonces, los países han tenido dificultades para encontrar tanqueros que transporten el crudo.
Cuba importa no solo crudo de Venezuela, sino también gasolina, diésel, fuel oil, lubricantes y gas para cocinar, según datos internos de PDVSA.
¿ESTÁ VENEZUELA SUMINISTRANDO A CUBA EN MEDIO DE SANCIONES?
Sí, pero los volúmenes han disminuido. Venezuela ha enviado al año unos 55.300 barriles al día de crudo y combustible a Cuba, por debajo del promedio de la última década, según datos internos de PDVSA y de Refinitiv Eikon. En 2018, PDVSA suministró a Cubametales unos 89.000 barriles al día de crudo y productos, según datos de PDVSA.
PDVSA, a su vez, ha tenido que importar cada vez más combustible refinado para su propio mercado interno, según la compañía estatal venezolana.
¿CÓMO TRANSPORTA VENEZUELA CRUDO A CUBA?
PDVSA no está usando una gran parte de su propia flota para transportar crudo y combustible venezolano a Cuba, incluidos los buques petroleros Manuela Sáenz, Icaro, Terepaima y Yare.
Los barcos, propiedad de una empresa conjunta de transporte Venezuela-Cuba, Transalba, están cubriendo también la ruta, pero la cantidad de operadores de buques y la tripulación marítima dispuesta a tocar puertos venezolanos o cubanos ha disminuido en los últimos meses debido a las sanciones, según los cargadores.
¿CUBA ESTÁ IMPORTANDO DESDE OTROS PAÍSES?
Sí, pero la isla aún depende abrumadoramente de los suministros de petróleo de Venezuela. Desde julio hasta mediados de septiembre, Cuba importó entre 50.000-100.000 barriles al día, principalmente de PDVSA. Los buques cargados con importaciones procedentes de puertos rusos, terminales del Caribe y centros petroleros como Rotterdam también llegaron a puertos cubanos en las últimas semanas, según datos de Refinitiv.
¿HABRÁ UNA RECUPERACIÓN INMEDIATA?
Díaz-Canel dijo que la situación debería normalizarse en octubre, ya que los envíos ya han sido garantizados para ese mes. Sin embargo, los analistas no tienen tanta confianza. Cuba no posee una gran cantidad de proveedores de crudo desde que Estados Unidos impuso un embargo a la isla hace casi 60 años y los crecientes problemas para encontrar embarcaciones están creando nuevos obstáculos para las importaciones.
El país también está limitado por el dinero en efectivo. Además de Venezuela, Argelia históricamente ha suministrado hasta 5.000 barriles al día como trueque, principalmente para servicios de oftalmología recibidos de Cuba, según el experto Jorge Pinón, de la Universidad de Austin, en Texas.
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO CUBA PARA PALIAR LA CRISIS ENERGÉTICA?
Redujo la frecuencia del transporte público y disminuyó la producción industrial para ahorrar energía y garantizar los servicios básicos como los hospitales y la distribución de alimentos.
Funcionarios del Gobierno han animado a los cubanos a aprovechar al máximo la luz natural para ahorrar electricidad e instado a usar más la energía animal para ahorrar el diésel.
Hasta el momento, no ha habido apagones. El presidente advirtió de que podrían producirse, pero agregó que, de ser así, serán planificados y anunciados con antelación.