CARACAS, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El salvadoreño Francisco Chávez Abarca ha confesado trabajar al servicio del presunto terrorista cubano Luis Posada Carriles, durante un interrogatorio con funcionarios venezolanos antes de viajar a Cuba, donde deberá enfrentarse a la justicia por su supuesta vinculación con atentados, informó la cadena Telesur.
Posada Carrilles es acusado por Caracas y La Habana de haber atentado en 1976 contra un avión de Cubana de Aviación en el que murieron 73 personas. Según denuncian ambos gobiernos, el supuesto terrorista vive actualmente en Estados Unidos, país al que han pedido en varias ocasiones su extradición sin que las gestiones hayan tenido éxito hasta el momento.
Chávez Abarca, deportado el miércoles a La Habana, dio el nombre de Posada Carriles al ser interrogado sobre la persona que dirigía sus operaciones, pero aclaró que desconoce su paradero porque desde el año 1997 no habla con él y que sus órdenes las seguía por medio del guatemalteco Daniel Barrundia, relacionado con la Fundación Contrarevolucionaria Cubano-Americana, con sede en Miami.
Telesur divulgó el miércoles unas breves declaraciones del salvadoreño desde Caracas en las que confiesa que su objetivo en Venezuela era "hacer ciertas acciones" de "conspiración", sin precisar más detalles, al tiempo que reconoció que llegó a esa nación sudamericana desde Guatemala "de manera fraudulenta con un pasaporte falso".
Chávez Abarca fue detenido el pasado viernes por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) cuando intentó entrar en Venezuela con un pasaporte guatemalteco falso con el objetivo de realizar varios atentados en plena campaña electoral para los comicios legislativos del próximo 26 de septiembre.
La justicia cubana acusa al salvadoreño de pertenecer a la red anticastrista de Posada Carriles. También le acusa de ser reclutador de un ex soldado salvadoreño condenado a muerte por llevar a cabo en 1997 una cadena de atentados contra hoteles de La Habana, dando muerte a un joven turista italiano.
Unos correos electrónicos interceptados revelan además que Chávez Abarca tenía previsto reunirse con tres personas --dos de ellas venezolanas-- en un restaurante cerca del aeropuerto internacional Simón Bolívar (al norte de Caracas) para iniciar los planes para desestabilizar las elecciones parlamentarias de Venezuela, informa Telesur.
Entre las acciones figuraban "quemar llantas, hacer disturbios en la calle y atacar a un partido político", así como generar roces entre los movimientos simpatizantes de la revolución que promueve el mandatario venezolano, Hugo Chávez.