MIAMI, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los misioneros bautistas Rubén Ortiz Columbié, de 68 años y que padece de hipertensión, y Francisco García Ruiz, de 46, fueron puestos en libertad sin cargos el pasado sábado. Los misioneros, reconocidos líderes de la Convención Bautista Oriental de Cuba (CBOC), que reúne 320 iglesias, han permanecido detenidos durante 14 días en Santiago de Cuba acusados de distribuir ilegalmente ayuda humanitaria en la isla.
Rubén N. Ortiz, pastor de la Primera Iglesia Bautista Hispana de Deltona (Florida) e hijo de Ortiz Columbié, admitió que están "muy satisfechos con la solución de este caso" porque "no hay cargos presentados ni hubo que pagar ninguna fianza" para conseguir su liberación, informó este martes al diario 'El Nuevo Herald'.
Admitió que su padre "ha salido emocionalmente muy afectado de este problema", al tiempo que recordó que "está sumamente enfermo, con un doctor a su lado 24 horas".
La Fiscalía provincial de Santiago de Cuba, donde residen ambos misioneros, consideró que estaban financiando la producción agrícola en pequeñas fincas de la isla sin la preceptiva autorización, motivo por el cual fueron detenidos el pasado 3 de octubre como medida cautelar.
Agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) les incautaron el dinero que llevaban encima mientras se trasladaban a la provincia oriental de Guantánamo. Los 97.600 pesos cubanos que portaban (unos 4.000 dólares o 2.671 euros) iban a ser distribuidos entre las iglesias y feligreses bautistas necesitados de la zona oriental del país.
La organización Cooperative Baptist Fellowship of Florida (CBF), que tiene autorización del Departamento del Tesoro estadounidense para enviar ayuda humanitaria a la isla, transfirió a ambos misioneros 7.000 dólares (4.677 euros) el pasado mes de septiembre para contribuir a restaurar varias de sus instalaciones afectadas por los huracanes el año pasado.
Tanto la Alianza Bautista Mundial (BWA) como la coalición American Baptist Churches (ABC-USA) intercedieron ante las autoridades cubanas para solicitar la liberación de sus misioneros y admitieron su preocupación por su detención.