NUEVA YORK, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Cuba rechazó este martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) las explicaciones que emitió Estados Unidos sobre la reciente liberación en ese país del considerado terrorista cubano, Luis Posada Carriles.
El consejero de la misión permanente de Cuba ante la ONU, Rodolfo Benítez, respondió a la intervención del embajador de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, quien se refirió a los discursos emitidos por los embajadores de Cuba, Ileana Núñez, y de Venezuela, Francisco Arias, los cuales censuraron en un debate la responsabilidad del gobierno de Washington en la liberación del Posada Carriles, a quien Cuba y Venezuela acusan de hacer estallar un avión, en pleno vuelo, y de asesinar a sus 76 ocupantes en 1973.
Khalilzad sostuvo ante el Consejo de Seguridad que el gobierno de Estados Unidos está aplicando la ley y que en su país se prohíbe la extradición de Posada Carriles tanto a Venezuela como a Cuba. El representante estadounidense ante la ONU indicó que su gobierno podría estar dispuesto, en su caso, a entregarlo a un tercer país.
Benítez, por su parte preguntó a su homólogo norteamericano por qué se permitió en Estados Unidos la entrada a Posada Carriles y por qué se le protegió durante los meses que permaneció ilegal en ese país.
El representante cubano ante la ONU exigió también una respuesta a la pregunta de por qué Posada Carriles fue acusado únicamente de delitos migratorios de menor cuantía a pesar de que las autoridades de ese país tenían todos los indicios para acusarle como terrorista internacional.
En ese sentido Benítez añadió que tras su liberación, el gobierno estadounidense tiene toda la información y todas las posibilidades legales para detener nuevamente al citado anticastrista.
"Se operan abierta y normalmente las cuentas bancarias que financian el terrorismo, se recluta a terroristas, se permite la adquisición de armas y el uso del territorio a quienes financian, planifican y comenten actos de terrorismo contra Cuba".
Benítez subrayó que él acudió ante el Consejo en nombre de los 3.478 cubanos que han muerto y los 2.099 que han recibido daños a su integridad física en las acciones terroristas de las que ha sido víctima su pueblo desde hace más de 45 años, según indicó 'Prensa Latina'.