MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha considerado hoy que la decisión de la UE de aplazar hasta septiembre la revisión de su política hacia la isla, la llamada Posición Común, constituye "un fracaso más" de la presidencia española "porque el propósito de España era revisarla este semestre y no ha sido posible".
En un artículo que publica en su 'blog' en Internet, recogido por Europa Press, opina que la diplomacia vaticana "está haciendo" en la isla aquello de lo que ha sido "incapaz" la española, con la mediación del arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, que "lleva directamente la negociación con Raúl Castro" para obtener la liberación de presos políticos, especialmente los enfermos, y resolver la huelga de hambre del disidente Guillermo Fariñas.
"Las relaciones privilegiadas entre España y Cuba, el trato miedoso del Gobierno español hacia la dictadura cubana, el hecho de que el ministro Moratinos no se entrevistara con los disidentes cuando viajó a Cuba, no le ha servido al Estado español de nada. Simplemente, como decía antes, es la Iglesia católica la que toma el papel de España", continúa.
El diputado indica que "si las cosas acaban bien", lo que podría llegar a suceder, según sus informaciones, es que España esté "dispuesta a acoger a los presos cubanos que libere el régimen de Raúl Castro", facilitándoles la residencia y los medios económicos necesarios para poder comenzar una nueva vida en este país.
"No sería la primera vez que España recibe a algún prisionero político cubano, pero también es verdad que a la hora de cumplir sus compromisos de acogida y manutención durante un tiempo con estas personas no ha estado tan diligente como se había comprometido. Espero que esta vez, si lo de la Iglesia Católica sale, España sea capaz de hacer esta aportación como Dios manda", advierte.
Duran denuncia que el Gobierno español sea, a su juicio, "incapaz de defender los intereses de los empresarios españoles que operan con Cuba desde hace tiempo" y que "no cobran ni un dólar" de sus beneficios o deudas contraídas por el Estado cubano, que permanecen "retenidas en los bancos cubanos sin cumplir los compromisos con los empresarios españoles".