Actualizado 14/01/2011 10:04

Cuba dice que el encuentro de funcionarios de EEUU con disidentes demuestra que no hay "cambios" con Obama

La Habana cree que la prioridad de Washington sigue siendo "alentar la contrarrevolución interna" y advierte que no tolerará "injerencias"


MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno cubano ha calificado de "provocación" el encuentro que han mantenido altos funcionarios estadounidenses aprovechando una visita a la isla para hablar de asuntos migratorios con disidentes es una demostración de que el presidente estadounidense, Barack Obama, no ha introducido "cambios" en la política norteamericana hacia Cuba.

En un comunicado, el departamento que dirige Bruno Rodríguez explica que se había trasladado expresamente a la delegación encabezada por subsecretaria para asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, el "rechazo (del Gobierno cubano) a cualquier intento de utilizar esta visita de carácter oficial a Cuba para realizar actividades ofensivas e irrespetuosas hacia nuestro país".

Pese a ello, Jacobson y otros miembros de su delegación así como el jefe de la Sección de Intereses estadounidense en La Habana, Jonathan Farrar, "se reunieron con un grupo de mercenarios, cuyas actividades contra el orden constitucional cubano son dirigidas y financiadas por el Gobierno de los Estados Unidos".

En el encuentro participaron varios ex presos políticos del grupo de los 75, así como la presidenta de las Damas de Blanco, Laura Pollán, y el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, entre otros, según informó ayer este organismo ilegal pero tolerado por el régimen.

Así las cosas, el Ministerio de Exteriores cubano "denuncia esta abierta provocación de altos funcionarios del Departamento de Estado, que constituye una violación flagrante de los principios y las normas internacionales que rigen las relaciones entre los Estados y una ofensa a nuestro pueblo que por más de 50 años ha enfrentado la política de hostilidad y bloqueo" de Estados Unidos.

"NO HAY CAMBIOS"

El Gobierno de Raúl Castro considera que "esta acción confirma una vez más que no hay cambios en la política de subversión e injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba y que su prioridad sigue siendo alentar la contrarrevolución interna y promover actividades de desestabilización, a la vez que recrudece el bloqueo y la persecución de las transacciones comerciales y financieras cubanas en el mundo entero", prosigue el comunicado.

Pese a todo, el Ministerio de Exteriores reitera "la disposición ya expresada por el Gobierno cubano de sostener un diálogo respetuoso sobre cualquier tema con el Gobierno norteamericano, siempre que este sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación de nuestro país" si bien deja claro que "no tolerará injerencia alguna de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba y utilizará todos los mecanismos políticos y legales a su alcance para enfrentarla".