Actualizado 17/12/2013 22:41

"Las condiciones están maduras" para normalizar relaciones Cuba-EEUU

El ex diplomático cubano Ramón Sánchez-Parodi
Foto: GRANMA

MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El que fuera el primer jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Ramón Sánchez-Parodi, ha asegurado que "las condiciones están maduras" para que se normalicen las relaciones bilaterales, pero ha augurado que no será durante el Gobierno de Barack Obama.

   "Creo que las condiciones están maduras, porque no aguantan más", ha dicho en una entrevista concedida al diario oficial 'Granma', revelando que, "de hecho, se está avanzando algo", aunque no ha concretado.

   Sánchez-Parodi ha explicado que la normalización de las relaciones bilaterales implicará una sucesión de medidas que podría empezar por el levantamiento del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba en los años 60.

   "El tiempo político está a favor de que se elimine el bloqueo. Estados Unidos tiene una situación de crisis y en Latinoamérica tiene que rediseñar su política. Además, hay 188 países votando para que se elimine el bloqueo", ha indicado.

   No obstante, ha apuntado a otras medidas porque, "aun cuando digan que se eliminó el bloqueo, en el mundo las relaciones están reguladas por una serie de acuerdos bilaterales o multilaterales, que habría que negociar entre Cuba y Estados Unidos".

   "Por ejemplo, qué pasa con Radio Martí, cómo será el tratamiento de los visados, los aranceles consulares, comunicaciones aéreas... Todo eso hay que negociarlo, y todo eso lleva largo rato, con los intereses nuestros y suyos", ha apuntado.

   Interrogado sobre cuándo se producirá esa normalización, ha considerado que "con Obama no será" porque "su política es una versión light" de la de su antecesor en el cargo, George W. Bush. "Desde que tuvo asegurada la nominación como candidato presidencial demócrata en 2008 empezó a girar hacia el centro", ha estimado.

   "Quizás suceda en los próximos mandatos presidenciales, sean republicanos o demócratas, porque es otro error nuestro pensar que será con los demócratas. Las conversaciones directas comenzaron con (Richard) Nixon, y con (Henry) Kissinger nada menos", ha dicho.

   Sin embargo, ha advertido de que, "el objetivo de la política de Estados Unidos hacia Cuba es restaurar su dominación --no se conforman con menos que eso--, pero, si no renuncian a eso, no habrá relación bilateral normal".

   A este respecto, ha matizado que en cualquier caso las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no serían del todo normales. "Sería una relación beneficiosa para ambos países, lo que no significa que no pueda haber conflictos eventuales. Nuestros sistemas político y económico no pueden ser un obstáculo", ha subrayado.

REVISIÓN HISTÓRICA

   Por otro lado, Sánchez-Parodi ha aprovechado para hacer una revisión histórica de la tensa relación entre Washington y La Habana, ya que, "incluso desde la ruptura, en enero de 1961, siempre hubo algún tipo de comunicación entre los gobiernos".

   Así, ha revelado que en 1974 Kissinger envió un mensaje al entonces presidente cubano, Fidel Castro. "Cuba y Estados Unidos discrepan en la mayor parte de los asuntos fundamentales, pero eso no es razón para una hostilidad perpetua", le dijo, a lo que "Cuba respondió positivamente".

   De esta forma surgió el primer encuentro, que tuvo lugar en enero de 1975 en una cafetería del aeropuerto de La Guardia, en Nueva York entre Sánchez-Parodi, por el lado cubano, y el secretario adjunto personal de Kissinger, Lawrence Eagleburger.

   "Conversamos sobre asuntos generales y del interés en normalizar las relaciones bilaterales. Lo más concreto fue por parte de Estados Unidos el anuncio de algunas medidas, entre ellas la autorización a subsidiarias norteamericanas en terceros países, como Argentina y Canadá, para vender a Cuba", ha detallado.

   A partir de este encuentro se produjeron otros. "Hubo otra conversación en julio de 1975, en un hotel en Nueva York. El tema principal fue el hecho de que Estados Unidos favorecería la aprobación por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) de una resolución eliminando el carácter multilateral de las sanciones contra Cuba", ha apuntado.

   "Quedamos en tener una nueva ronda de conversaciones en agosto de ese año. Pero más adelante el Gobierno de Estados Unidos comunicó que no era posible continuar las negociaciones producto del apoyo de Cuba a la independencia de Puerto Rico. Usaron ese argumento", ha explicado.

   El ex diplomático cubano ha señalado que "a partir de ahí se paró la cosa" porque "había una confrontación dentro del Partido Republicano entre Ronald Reagan y Gerald Ford". "La decisión entonces fue no seguir conversando con Cuba", ha apuntado.

   Con la llegada de Jimmy Carter a la Presidencia de Estados Unidos llegó la directiva de la Casa Blanca "sobre el proceso de normalización de las relaciones con Cuba y eso incluía la apertura de las Secciones de Intereses".

   Sin embargo, la normalización de las relaciones bilaterales tampoco llegó porque "había contradicciones en el interior del Gobierno de Carter, que se expresaron en política exterior, no solo con relación a Cuba sino a Irán y la Unión Soviética".

   "Desde el punto de vista de la hostilidad, los momentos más tensos indudablemente se produjeron a inicios del Gobierno de Reagan, entre otras cosas, porque él tenía un proyecto para echar para atrás el proceso de normalización de las relaciones con Cuba, como parte de su diseño de política exterior".

   En concreto, ha recordado "una posición muy clara de (el secretario de Estado) Alexander Haig (secretario de Estado) de promover incluso un ataque militar contra Cuba". "Reagan actuó con más sensatez y rechazó la propuesta", ha celebrado.