Actualizado 15/10/2009 16:36

Cuba/EEUU.- La Habana permitió a una alta funcionaria del Departamento de Estado visitar a presos cubano-americanos

El Gobierno cubano rechaza la propuesta de EEUU de aliviar las restricciones de movimiento a los diplomáticos de ambos países


MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno cubano autorizó a una alta funcionaria del Departamento de Estado norteamericano que visitó recientemente la isla a visitar a algunos cubano-americanos encarcelados en Cuba, algo que en los últimos tiempos no ocurría, según informa este jueves el diario 'El Nuevo Herald'. Por contra, La Habana ha rechazado una propuesta de Washington de aliviar las restricciones de movimiento a los diplomáticos de ambos países.

Según el diario de Miami, el Departamento de Estado confirmó el miércoles que Bisa Williams, subsecretaria adjunta en funciones, visitó a varias personas con ciudadanía de Cuba y Estados Unidos durante un viaje a la isla el mes pasado, cuyo objetivo principal era discutir la posible reanudación del servicio directo de correo entre ambos países.

El Gobierno cubano no reconoce la doble nacionalidad y trata esos casos como ciudadanos cubanos, negando regularmente acceso de los funcionarios consulares estadounidenses a los detenidos. Sin embargo, según el periódico, funcionarios del Departamento de Estado han presionado desde hace tiempo por conseguir acceso a los ciudadanos con doble nacionalidad detenidos en la isla.

"Esperamos que el acceso de funcionarios consulares a personas de doble nacionalidad en Cuba se mantenga", indicó el Departamento de Estado. Según el 'Nuevo Herald', en Cuba hay detenidos 19 ciudadanos estadounidenses, entre ellos diez u once que se cree que también tienen ciudadanía cubana.

En el caso de los que sólo tienen ciudadanía estadounidense ya han recibido visitas de funcionarios consulares. Las acusaciones contra ambos grupos incluyen tráfico de personas, tráfico o posesión de drogas y corrupción de menores, precisa el diario.

Cuba permitió visitas consulares estadounidenses a las personas de doble nacionalidad durante un período después que Jimmy Carter llegó a la presidencia en 1977, pero no se conoce exactamente cuándo se interrumpieron las visitas.

RESTRICCIONES DE VIAJE

Por otra parte, según el diario, que cita al Departamento de Estado, La Habana no ha respondido a la propuesta de Washington de aliviar las restricciones de movimiento de los diplomáticos en ambos países presentada durante el Gobierno de George W. Bush y que se repitió después que Barack Obama llegó a la Casa Blanca.

Según las restricciones en vigor, cada parte debe pedir autorización para que sus diplomáticos en La Habana, Washington o la sede de Naciones Unidas en Nueva York puedan viajar más allá de áreas claramente delimitadas, permisos que rara vez se aprueban.

Hasta 2001, los diplomáticos cubanos podían viajar sin restricción dentro de un radio de 25 millas de la Casa Blanca. Pero después de que el FBI arrestó a la principal analista de asuntos cubanos del Pentágono, Ana Belén Montes, bajo acusaciones de espionaje ese mismo año, el movimiento de los diplomáticos cubanos quedó restringido a la zona de circunvalación de Washington y un corredor que va al Aeropuerto Dulles en Virginia, recuerda el 'Nuevo Herald'.

Por su parte, los diplomáticos estadounidenses en La Habana por lo general están restringidos a los límites provinciales de La Habana. En cuanto a los funcionarios consulares de ambos países, tienen mucha más libertad de movimiento debido a tratados internacionales que exigen a los países permitir el acceso consular a sus ciudadanos.

La autorización a visitar a los presos cubano-americanos es el primer gesto claro por parte de La Habana hacia Obama, quien levantó el mes pasado virtualmente todas las restricciones de viaje y envío de remesas a la isla por parte de los cubano-americanos, y amplió la capacidad de las empresas estadounidenses para negociar contratos de comunicaciones con La Habana.

Asimismo, también reanudó las conversaciones de inmigración suspendidas por Bush en 2004, abrió negociaciones sobre el servicio directo de correo y alivió las fuertes restricciones implementadas por la anterior Administración a las visitas de artistas, académicos y científicos cubanos.

Por otra parte, la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana recientemente eliminó una pantalla electrónica en su fachada que presentaba noticias y que el Gobierno cubano consideraba ofensiva.