Actualizado 17/12/2013 21:44

El número de estadounidenses que viaja a Cuba se duplica en cinco años hasta los 98.000 en 2012

Desde la Revolución, el momento álgido de visitas fue con Clinton, cuando se llegó a las 70.000

LA HABANA, 18 Oct. (Reuters/EP) -

El número de estadounidenses que visitan Cuba está alcanzando niveles récord pese a las restricciones de viaje impuestas por Washington, quienes se suman así a los cientos de miles de cubano-estadounidenses que viajan a la isla cada año, según las cifras del Gobierno cubano publicadas este viernes.

Más de 98.000 ciudadanos estadounidenses viajaron a Cuba el año pasado, frente a los 73.500 que llegaron en 2011 y que suponen el doble de los visitantes que hubo hace cinco años, según un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) publicado en su página web.

Las cifras no incluyen a los más de 350.000 cubano-estadounidenses que llegaron a la isla el pasado año, según los cálculos de agentes de viajes y diplomáticos estadounidenses. Cuba no incluye en sus estadísticas turísticas a este grupo porque los considera ciudadanos cubanos.

Los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba sin el permiso de su Gobierno debido al embargo comercial que pesa sobre la isla desde hace más de medio siglo y que sólo puede ser levantado por el Congreso.

El actual incremento de visitantes estadounidenses se da como resultado de la flexibilización de las reglas para los viajes aprobadas por el Gobierno de Barack Obama, como parte de una política de promover el contacto "pueblo a pueblo", con la esperanza de alentar un cambio político en la isla.

Además de permitir a los cubano-estadounidenses viajar a la isla, Obama también autorizó la concesión de licencias para los viajes "con propósitos" educativos y culturales a más de 250 proveedores de viajes a Cuba y permitió que más aeropuertos operen vuelos entre ambos países.

El programa, que comenzó en 2011, requiere la renovación anual del permiso para traer grupos a Cuba. Las regulaciones exigen la entrega de itinerarios detallados de cada grupo de viaje, un informe a su regreso y las explicaciones acerca del "intercambio significativo" de cada visitante con los cubanos.

Estados Unidos es el sexto proveedor de turistas de la isla caribeña y el segundo si se consideran las visitas de los cubano-estadounidenses, detrás de Canadá, que aporta anualmente más de un millón de visitantes. Cuba recibió 2,8 millones de turistas en 2012.

DEBATE SOBRE VIAJES

El proveedor de viajes Collin Laverty, director de Cuba Educational Travel, ha explicado que las organizaciones como la suya están trabajando duro para aumentar los viajes desde Estados Unidos a Cuba.

"Cuba tiene mucho que ofrecer en términos de cultura, historia y temas de interés mutuo --cuidado de la salud, educación y el medio ambiente-- y los estudiantes, los profesionales y las personas de fe tienen curiosidad", ha opinado. "Que una isla a 145 kilómetros pueda permanecer tan distante es sólo una cuestión de tiempo", ha subrayado Laverty.

Después de la revolución de 1959 en Cuba, el máximo de visitas de Estados Unidos se alcanzó durante la presidencia de Bill Clinton, con unas 70.000, que bajaron a un promedio de 30.000 en el último mandato del presidente George W. Bush.

Antes de la revolución de 1959 que llevó al poder al ex presidente Fidel Castro, Cuba solía ser un lugar muy solicitado por los estadounidenses y cientos de miles de ellos llegaban a la isla para jugar y divertirse.

Los viajes a Cuba son vistos como un tema clave tanto para partidarios como para detractores del embargo que aplica Washington a la isla. "No se trata de promover la democracia y la libertad en Cuba. Esto no es más que turismo (...) una fuente de millones de dólares en las manos del Gobierno de Castro que utiliza para oprimir al pueblo cubano", opinó el senador republicano de Florida y de origen cubano, Marco Rubio, durante una audiencia del Congreso poco después de que Obama aplicó la política.

Theodore Piccone, del Brookings Institute con sede en Washington, cree que Obama debe hacer más para abrir los viajes a Cuba. El experto catalogó de irónico el hecho de que con la nueva política migratoria de la isla, los cubanos ahora son libres de viajar a donde deseen, mientras que los ciudadanos estadounidenses no.

"Los viajes de estadounidenses a Cuba seguirán siendo una pequeña fracción de su potencial mientras el presidente Obama evite una mayor liberalización de los viajes", ha afirmado. "Si el Gobierno cubano puede abrir los viajes a sus ciudadanos, como hizo ahora, ¿por qué nosotros no?", ha subrayado Piccone.