LA HABANA, 25 Jul. (Reuters/EP) -
Cuba y México cerraron ayer una reunión sobre temas migratorios con "avances", con vistas a suscribir en septiembre un acuerdo bilateral para frenar el hasta ahora imparable flujo de inmigrantes ilegales cubanos a Estados Unidos, informaron funcionarios mexicanos.
México será la sede en agosto de una reunión similar, en la que ambos Gobiernos deberán concluir las negociaciones para dejar listo el acuerdo migratorio que suscribirá el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, durante su visita a México a mediados de septiembre.
"Ambas delegaciones, así coincidimos, hemos registrado muy importantes avances", dijo ante los periodistas el subsecretario de Relaciones Exteriores de México para Iberoamérica, Gerónimo Gutiérrez.
Reunidos desde el pasado miércoles, México y Cuba trataron temas relativos al tráfico ilegal de personas, el intercambio de información en materia migratoria y la devolución de los cubanos que ingresan indocumentados en México para seguir hacia Estados Unidos.
"Hemos apreciado en general buena receptividad en las autoridades cubanas sobre nuestros planteamientos", dijo Gutiérrez. "Hay una voluntad genuina (...) para poder dar realmente soluciones a las difíciles problemáticas que nos plantean a ambos países el fenómeno migratorio", agregó.
Alrededor de 11.500 cubanos entraron a Estados Unidos a través de México en el año fiscal terminado en septiembre de 2007, más del doble de la cantidad que lo hizo por mar. Los cubanos pagan hasta 15.000 dólares (9.572 euros) a traficantes que los llevan en lanchas rápidas a México, llegan hasta la frontera con Estados Unidos y entran sin contratiempos, amparados por una ley que les facilita la residencia con argumentos políticos.
México pretende agilizar los mecanismos para la emigración legal y estudia la posibilidad de aumentar el número de visas emitidas a cubanos, actualmente entre 18.000 y 24.000 anuales. Gutiérrez dijo que encontró "receptividad" en los funcionarios de la isla sobre el tema de la repatriciación de los cubanos que entran en México a través de América Central.
El acuerdo migratorio es parte del proceso de normalización de las relaciones de Cuba y México, que tocaron fondo en 2004 debido a los roces políticos entre el ex presidente cubano Fidel Castro y el ex mandatario mexicano Vicente Fox.