LA HABANA, 23 Dic. (Reuters/EP) -
El ministro cubano de Economía, Marino Murillo, será el encargado de llevar a cabo las reformas económicas que el presidente, Raúl Castro, quiere llevar a cabo para modernizar el sistema económico de la isla.
Murillo había aparecido en segundo plano pero la semana pasada llamó la atención por las declaraciones que el ministro hizo en el Parlamento en relación a los cambios económicos que se sufrirá el país.
El empleado de banca Darío Rodríguez, manifestó que Murillo estaba "en primera fila" y que se movía "con soltura" y "eso era señal de que Raúl" le había dado "luz verde para actuar".
En este sentido, Murillo defendió en la Asamblea Nacional la necesidad de las reformas y explicó que la situación económica de Cuba pasaba por un momento de "indisciplina". "Lo que estamos es diseñando", explico. "Hay que tener mucha disciplina, porque si no, no ordenamos esta economía", dijo.
Entre las medidas que se van a llevar a cabo se incluyen recortar un millón de empleos estatales y dar más importancia a las empresas privadas en la economía de la isla.
Murillo ayudó a redactar las 300 directrices económicas presentados por Castro el mes pasado, sujetas actualmente al debate popular, y de las que se espera que sean aprobadas en el Congreso el próximo mes de abril.
Asimismo advirtió de que la economía cubana, controlada por el Estado, gasta demasiado y produce muy poco. Su evaluación directa ganó una muestra de apoyo de Castro durante la reunión del Parlamento. "Yo lo voy a aplaudir", dijo Castro durante la sesión, que se unió en los aplausos al ministro.
Después de las sesiones del Parlamento, Castro definió la aprobación de las reformas como una cuestión de vida o muerte para el socialismo cubano.
Murillo estuvo de acuerdo y expresó que la economía cubana "no iba a ser una economía de chinchales", en relación a los establecimientos comerciales de poca importancia. "Ésta es una economía donde va a predominar la empresa estatal socialista eficiente", dijo.