Actualizado 01/02/2016 08:44

Raúl Castro inicia este lunes en Francia su primer viaje a Europa

Raul Castro receives his French counterpart Francois Hollande.
POOL NEW / REUTERS

Castro devuelve así la "histórica" visita de Hollande a Cuba

MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente cubano, Raúl Castro, llegará este lunes a Francia para reunirse con su homólogo francés, François Hollande, en la que será su primera visita a Europa desde que llegó al poder en 2006, muestra de la progresiva apertura al mundo de la isla.

Castro devuelve así la invitación personal que le hizo Hollande cuando estuvo en Cuba, el pasado mes de mayo, una visita calificada de "histórica" porque era la primera de un mandatario galo a la nación caribeña.

El líder comunista estará entre el 1 y el 2 de febrero en París. La primera de las dos jornadas será de carácter netamente institucional. A las 17.00 será recibido por Hollande en el Palacio del Elíseo, donde estarán reunidos aproximadamente una hora.

Está previsto que Castro y Hollande firmen varios acuerdos bilaterales cuyo contenido no ha trascendido, aunque se espera que den continuidad a los pactos económicos y de cooperación alcanzados durante la estancia del presidente francés en Cuba.

Una fuente diplomática ha avanzado a la agencia de noticias Reuters que Francia concederá a Cuba un nuevo alivio de la deuda, por el cual la parte condonada se convertirá en financiación para proyectos de desarrollo.

A final de 2015 el Club de París ya decidió perdonar a Cuba 8.500 millones de dólares del total de 11.900 que la isla adeuda a los países occidentales, como Francia como principal acreedor del régimen 'castrista'.

El día concluirá con una cena de Estado en honor a Castro que tendrá lugar en el Palacio del Elíseo y pondrá el broche oficial a la estancia del dirigente cubano en Francia, al menos públicamente, ya que la agenda del martes no ha trascendido.

Castro viaja acompañado del vicepresidente, Ricardo Cabrisas, del ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, del de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, así como del viceministro de Exteriores, Rogelio Sierra Díaz.

"Esta visita marca una nueva etapa en el refuerzo de las relaciones entre los dos países", subrayó precisamente éste último al anunciar el viaje a Europa. "Es expresión del excelente estado de las relaciones bilaterales y del diálogo político del más alto nivel entre Cuba y Francia", destacó Sierra Díaz.

Hollande ya reveló tras su viaje que "Francia desea ser la primera de las naciones europeas, y la primera de las naciones occidentales, capaz de decir a los cubanos que estaremos a su lado si deciden tomar los pasos necesarios hacia la apertura".

El inquilino del Elíseo señaló entonces la necesidad de que Estados Unidos levante el embargo comercial, económico y financiero impuesto a Cuba en la década de 1960 para que "la apertura" del país al mundo pueda ser completa.

DIÁLOGO CON LA UE

Hollande subrayó, no obstante, que también estaba en Cuba "como representante de un miembro fundador de la Unión Europea". "Es Europa la que está presente hoy", incidió.

Cuba lleva dos años negociando con la UE el fin de la Posición Común impulsada por el ex presidente español José María Aznar, que condiciona cualquier acercamiento a la isla a cambios sustanciales en materia de Derechos Humanos.

Bruselas y La Habana ya han cerrado el capítulo económico, en el marco del acuerdo de diálogo político y de cooperación que desean cerrar "lo antes posible" y para lo cual pretenden reunirse en los primeros meses de este año.

HOLLANDE Y LOS CASTRO

La presencia de Castro podría resucitar las críticas surgidas contra Hollande por reunirse con el presidente cubano y su hermano Fidel Castro y no hacerlo, en cambio, con la disidencia interna.

El socialista europeo incluso ensalzó al histórico líder cubano. "Es un hombre que hizo historia", dijo sobre Fidel Castro, con quien intercambió impresiones sobre las complejidades y los retos actuales, en un clima "cordial" y "amistoso".

Hollande no encontró un hueco en su agenda para la oposición, que esperaba "algún gesto" del dirigente europeo para "contentar al mundo libre", como una petición para liberar a alguno de los más de cien presos políticos que hay en Cuba.

"El sentido del viaje no era dar un cheque en blanco a nadie, era poder crear entre Francia y Cuba una nueva etapa de alianzas para que el bloqueo pueda ser levantado y Cuba pueda ser una isla abierta al mundo", justificó Hollande, ya de vuelta a Europa.