Actualizado 09/06/2009 22:03

Cuba.- La UE, dispuesta a continuar el diálogo político pero avisará a Cuba de que los avances no son suficientes

BRUSELAS, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Ninguno de los Estados miembros de la UE se opone a continuar con Cuba el diálogo político que fue retomado el pasado año, aunque consideran que no todos los progresos que la UE pidió a la isla se han producido, especialmente en materia de Derechos Humanos, según informaron distintas fuentes consultadas.

Los Veintisiete retomaron este martes las discusiones sobre las relaciones bilaterales con Cuba de cara a las conclusiones que se espera que adopten los jefes de Estado y de Gobierno de la UE la próxima semana en Bruselas, un año después de que acordaran eliminar las sanciones diplomáticas impuestas a La Habana en 2003 (y suspendidas desde 2005) por el encarcelamiento de 75 disidentes y ofrecieran retomar el diálogo político.

Cada año, en el mes de junio, los líderes europeos abordan la "posición común" adoptada en 1996 --que avalaba la aplicación de sanciones diplomáticas-- y que desde entonces rige la política europea hacia la isla. La cuestión será discutida esta semana en el Comité Político y de Seguridad (COPS) y a nivel de embajadores, antes de que lo hagan el próximo lunes los ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo y los mandatarios en Bruselas los días 18 y 19 de junio.

La presidencia de turno de la UE, que este semestre ocupa República Checa, ha presentado un primer borrador que aboga por continuar el diálogo político y renovar la cooperación al desarrollo.

El documento, sin embargo, también advierte de que "faltan progresos en (materia de) Derechos Humanos" y llama al Gobierno de La Habana a permitir los contactos con la sociedad civil, lo que incluye a los disidentes, explicaron fuentes diplomáticas.

Según las mismas fuentes, "nadie se opone a continuar" el diálogo, pero la tendencia de los Estados miembros es a que esa continuación se produzca con condiciones y se exija un mayor esfuerzo a la isla, especialmente en materia de Derechos Humanos.

En los primeros contactos entre los Estados miembros para revisar las relaciones, países como Suecia y Dinamarca han presionado para que el nivel de exigencia hacia la Isla sea mayor y se endurezca el lenguaje para subrayar la cuestión de los Derechos Humanos, indicaron las fuentes. República Checa, uno de los países que en 2008 mostró mayores reticencias a levantar definitivamente las sanciones, ocupa este semestre la presidencia de turno de la UE y, por tanto, debe adoptar el papel de mediador en el debate.

Mientras, España confía en que la UE renueve la oferta de diálogo, pero no descarta que las conclusiones finales de los Veintisiete adviertan de que los cambios que se han producido en Cuba "no son suficientes", explicaron fuentes diplomáticas españolas.

POSICIÓN COMÚN

De cualquier modo, lo que sí parece claro es que en el debate sobre las relaciones con Cuba no se revisará la "posición común" de 1996, y que esta cuestión llegará a la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010. Fuentes diplomáticas cubanas consultadas admitieron que La Habana "no espera" tampoco que la revisión se produzca este mes de junio, sino que se limitará a un "análisis" de la situación.

En su visita a Bruselas el pasado mes de mayo, el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, abogó por avanzar en la normalización de las relaciones con la Unión Europea, pero advirtió de que la "posición común" europea supone un "obstáculo" para lograr este objetivo.

Su predecesor, Felipe Pérez Roque, ya mostró su rechazo a la "posición común" en un encuentro en octubre de 2008 con el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos. Entonces, el jefe de la diplomacia española explicó que España es partidaria de sustituir esa posición "por un acuerdo de cooperación entre La Habana y los Veintisiete".

En el marco de las conversaciones sobre las relaciones bilaterales, los Veintisiete tampoco contemplan la posibilidad de volver a aplicar sanciones diplomáticas a Cuba, ya que, aunque la "posición común" prevé esta opción, la Unión Europea es partidaria de continuar el diálogo político y, para que la adopción de medidas restrictivas fuera posible, sería necesario alcanzar una unanimidad que países como España bloquearían.