Actualizado 15/02/2011 06:57

Cuba.- Los últimos disidentes excarcelados aseguran que continuarán con "la lucha" hasta que liberen a sus compañeros


MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los disidentes cubanos Héctor Maseda y Ángel Moya, excarcelados el pasado fin de semana tras pasar casi ocho años en prisión, han advertido de que continuarán con "la lucha" hasta que el Gobierno de Raúl Castro libere a los siete detenidos durante la Primavera Negra del 2003 --una de las mayores oleadas represivas contra la oposición-- que todavía permanecen encarcelados.

En una conversación telefónica con Europa Press, Maseda manifestó su intención de continuar con su labor de oposición por el respeto a las libertades y derechos fundamentales en la isla. "Nos coordinaremos, estaremos junto a las Damas de Blanco y al resto de las fuerzas", dijo en referencia a la organización que lidera su mujer, Laura Pollán.

"Tengo planeado hacer muchas cosas, pero sobre todo quiero seguir proyectándome como opositor político, también en el campo intelectual. Tengo algunos compromisos de libros para escribir y algunas charlas y demás trabajos que vayan surgiendo", explicó Maseda.

No obstante, el disidente apuntó como objetivo prioritario conseguir la liberación de los últimos presos de la Primavera Negra. Así, expresó su confianza en que el Gobierno cumpla la palabra dada al arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, con quien el pasado mes de julio se comprometió a excarcelar a los 52 opositores de este grupo que entonces todavía permanecían en prisión.

"No creo en su buena voluntad, pero sí creo que es una medida que les conviene, una pequeña concesión sobre el respeto a los Derechos Humanos para aligerar la presión de la comunidad internacional", señaló, al tiempo que aseguró que es "un gesto que necesitan para que la Unión Europea varíe la Posición Común hacia Cuba".

En la misma línea, Moya confió en que las autoridades cubanas liberen a sus compañeros, aunque advirtió de que intentarán que a cambio abandonen el país, como ha ocurrido con las excarcelaciones anteriores. "Nosotros tenemos esperanza y creemos que el Gobierno les va a liberar", dijo el disidente, quien adelantó que "la lucha se extenderá al resto de presos políticos, sobre todo a los más enfermos".

Los dos disidentes pertenecen al grupo de once presos políticos de la Primavera Negra de 2003 que estaban pendientes de ser excarcelados, en el marco del histórico acuerdo alcanzado el pasado 7 de julio entre el régimen castrista y la Iglesia Católica, que contempla la liberación de 52 opositores del 'Grupo de los 75' que todavía estaban en prisión.

Hasta ahora, las autoridades cubanas sólo habían autorizado la liberación en la isla de Arnaldo Ramos Lauzerique, Guido Sigler Amaya y Eduardo Díaz Fleitas, quienes desde un comienzo se negaron a desplazarse a Europa. Otros 40 opositores de este grupo han viajado a España, donde aún permanecen 37 de ellos.

"VAMOS A ESTAR MÁS VIGILADOS"

Ambos opositores coincidieron en subrayar que tras su liberación estarán más vigilados por los cuerpos de seguridad, especialmente por la Policía secreta. "Obviamente vamos a estar más vigilados que antes", afirmó Moya, a lo que su compañero agregó que la presión de ese cerco dependerá de la "peligrosidad" que les atribuya el Gobierno.

A este respecto, expresaron cierta preocupación, ya que no han sido liberados de forma incondicional, sino que poseen una licencia extrapenal que puede ser revocada en cualquier momento sin que medie proceso judicial alguno, según establece la legislación cubana. A pesar de ello, Moya se mostró dispuesto a afrontar las consecuencias de ese "acoso policial".

"Claro que podemos volver a entrar en prisión, pero eso no me preocupa. Si deciden llevarme otra vez, estoy listo y entraré con orgullo", aseveró. Por su parte, Maseda explicó que los dos se han negado a reconocer la validez de este documento "porque únicamente representan un cambio cautelar, no definitivo".

REENCUENTRO CON LAS FAMILIAS

En referencia a su situación actual, apenas tres días después de su excarcelación, los dos ex presos políticos expresaron su alegría por volver a casa, tras pasar casi ocho años separados de sus respectivas familias.

"Amor, amor y más amor es lo que siento en estos momentos por estar otra vez con mi esposa, con mis hijos, con mis nietos. Afortunadamente ahora estoy rodeado de cariño", indicó Maseda, quien confesó que todavía está adaptándose a este "cambio abrumador".

"Estoy muy contento, muy, muy contento por estar otra vez junto a mi familia y a mis compañeros de lucha. Tenía muchas ganas de que llegara este momento después de tantos años", agregó Moya.

Ninguno de los dos ha pasado todavía un reconocimiento médico, pero aseguran que se encuentran en perfectas condiciones de salud, "sin contar con los achaques normales de la edad", apuntó Maseda, de 68 años, quien incluso reveló que no se había planteado someterse a una revisión, puesto que "nunca" fue maltratado en la cárcel.

"Fue una experiencia desagradable, pero nunca me golpearon y, lo más importante, es que no consiguieron desmoralizarme. No lo han logrado porque he trabajado intelectualmente para impedirlo, aunque lo han intentado en las cinco prisiones por las que he pasado a lo largo de estos años", señaló.

Por el contrario, Moya denunció un trato "cruel, inhumano y vejatorio". "Durante mi primer año me obligaron a desnudarme y a pasearme así delante de todo el mundo hasta la celda de castigo. Allí me encerraron varios días sin agua, sin comida, sin un colchón, solo las paredes y yo", relató.

Asimismo, se refirió a un episodio ocurrido el mismo día de su excarcelación. "Después de que mi familia vino a recogerme fuimos víctimas de un acto de repudio, porque los amigos que vinieron a verme a casa fueron recibidos con insultos y piedras por la Unidad de Respuesta Rápida", formada por funcionarios de seguridad que fingen ser ciudadanos normales.