MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El diputado de CiU en el Congreso Jordi Xuclà ha asegurado este martes que "ve difícil" una revisión de la política de la UE hacia Cuba, la llamada Posición Común, aunque haya liberaciones de presos políticos.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Xuclà ha dudado de que la Unión cambie su Posición Común en septiembre como persigue el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, que se encuentra de viaje oficial en la isla.
A juicio del diputado catalán, en estos momentos "no es posible" un consenso de los Veintisiete en torno a Cuba, ya que "muchos países del Este con pasado comunista tienen diferentes puntos de vista". Añadió además que habrá que ver cómo se producen esas excarcelaciones de presos políticos, en alusión a que los liberados hasta la fecha se han visto obligados a abandonar la isla.
La Posición Común de la UE, impulsada en 1996 por José María Aznar, rige desde entonces la política comunitaria hacia la isla y condiciona la relación bilateral a avances en democracia y derechos humanos. La Habana la rechaza al considerarla una imposición unilateral y discriminatoria en relación con otros países que tienen relaciones con la UE y que no son precisamente campeones en DDHH.
LOGRAR UN DISCURSO DE CONJUNTO HACIA CUBA
El diputado ha reconocido las buenas intenciones del titular de Exteriores, especialmente en las gestiones para la liberación de presos políticos, que junto a la diplomacia vaticana, han logrado "importantes avances", ha asegurado.
Del mismo modo, ha señalado que Moratinos es "muy bueno aplicando los buenos oficios para resolver casos concretos", pero ha considerado que lo que necesitan las relaciones con Cuba "es un discurso de conjunto que dé coherencia y aguante a la acción". "Creo que estamos sólo en los buenos oficios, con difícil cobertura global", ha indicado.
Xuclà cree que la solución para Cuba pasa por el fomento del "diálogo y la colaboración con los que trabajan dentro de la isla", en referencia a la oposición al régimen castrista. Ve además imprescindible que en España "se abandone el debate cubano en términos de política interna".
También ha insistido en la necesidad de "renunciar a cualquier tipo de empatía con una revolución, que si en algún momento tuvo algún sentido, ahora carece completamente de él", ya que el debate cubano se ha abordado en España con "demasiada pasión ideológica".