Actualizado 17/07/2015 19:45

Cunha rompe con el Gobierno por las acusaciones que lo relacionan con Lava Jato

RÍO DE JANEIRO, 17 Jul. (Notimérica) -

   El presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, anunció este jueves su intención de romper la alianza que su formación, el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), mantiene con el Gobierno de Dilma Rousseff, después de que salieran a la luz informaciones que lo implican en la Operación Lava Jato de Petrobras.

   Uno de los delatores del caso, Julio Camârgo, explicó a la policía que tuvo que pagar cinco millones de dólares a Cunha a cambio de que salieran adelante unos contratos con la petrolera, una acusación que el presidente de la Cámara ha negado rotundamente y que atribuye a una estrategia del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

   "Es todo una venganza del Gobierno. Parece que el Ejecutivo quiera pasarle su crisis al Congreso", dijo Cunha al diario 'Folha de São Paulo', insinuando también que el Gobierno de Rousseff maniobra junto al Procurador General de la República, Rodrigo Janot, para desestabilizarle y apartarle del Congreso.

   Después de que se conociera su posible implicación en la Lava Jato, Cunha conversó con sus colegas de partido y principales representantes de las instituciones brasileñas; el presidente del Senado, Renan Calheiros, al que le dijo que el país vivía una crisis "institucional" y que quería romper con el Gobierno, y con el vicepresidente Michel Temer, que hasta ahora ha tenido el difícil papel de rebajar tensiones y tejer alianzas entre el PMDB y el Gobierno.

   Cunha dará detalles de esta crisis institucional este mismo viernes. Una ruptura con el Gobierno tendría consecuencias imprevisibles, ya que comprometería seriamente la gobernabilidad y podría suponer la salida de los siete ministros del PMDB que hasta ahora trabajan junto a Rousseff.

   El presidente de la Cámara también tiene previsto ofrecer este viernes un mensaje oficial por radio y televisión, un privilegio normalmente reservado para el presidente de la República pero que Cunha quiere utilizar para hacer balance de los seis primeros meses de legislatura, marcados por los escándalos de corrupción, el posible 'impeachment' de Rousseff y las desavenencias entre el Gobierno y su principal aliado, el PMDB.