Publicado 15/02/2019 15:11

Demócratas y republicanos creen que Trump se extralimita al declarar la emergencia nacional para el muro

Trump delivers remarks at law enforcement conference
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   Ambas bancadas coinciden en que el presidente abusa de su poder presidencial para cumplir una promesa electoral y se salta la decisión del Congreso

   MADRID, 15 Feb. (OTR/PRESS) -

   El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no acepta un no por respuesta y la decisión del Congreso de otorgarle una pequeña parte de lo solicitado para construir su soñado muro fronterizo con México no le ha frenado en su apuesta de campaña.

   Desoyendo los consejos desde los sectores más moderados de su propio partido, el magnate ha decidido declarar la emergencia nacional como recurso para conseguir el dinero que necesita y completar el muro.

   Pero si declara una emergencia nacional para acceder a miles de millones de dólares para su muro, Trump podría instigar a un choque constitucional sobre quién controla el dinero federal y probar los límites de la autoridad de un presidente. Los demócratas y algunos republicanos condenaron instantáneamente la medida, y prometieron desafiarla a través de la ley y en los tribunales.

   Ahora, no sólo se enfrenta a la crítica de ambos partidos y de la mayoría de medios de comunicación del país, sino que también tendrá que superar una avalancha de recursos ante la Justicia. Algo en lo que ya tiene experiencia porque los tribunales le han frenado algunas de sus órdenes ejecutivas en varias ocasiones desde que llegó a la Casa Blanca hace poco más de dos años.

   Atrás quedaron esas amenazas de que México pagaría por la valla. Ya no habla de eso aunque también fuera otra de sus promesas en campaña. Ahora, cuando ha llegado al ecuador de su mandato, su obsesión sigue siendo construir ese muro pese a quien pese y bajo la excusa de frenar la inmigración ilegal que, a su juicio, invade el país. No le importan las cifras facilitadas desde su propia administración que se alejan de sus afirmaciones y admiten incluso que la entrada de indocumentados está en los niveles más bajos desde hace años.

   A Trump tampoco le interesan las realidades, porque prefiere las suyas, aunque sea 'alternativas' y menos ajustadas a la verdad. Su discurso duro antiinmigración vende bien en una gran parte de Estados Unidos y él justifica la necesidad del muro fronterizo para frenar la llegada de delincuentes o de personas que vienen a quitar el trabajo a los estadounidenses.

   Los demócratas no han tardado en acusar al dirigente de abusar de sus poderes ejecutivos y de su autoridad presidencial apelando a una crisis ficticia.

   Lo curioso es que a estas críticas también se han sumado un buen número de republicanos del sector más moderado, que nunca han visto justificado que Trump declare la emergencia nacional como triquiñuela para conseguir la financiación del muro utilizando partidas de otros departamentos.

   Y es que parece que el presidente es incapaz de poner fin a una batalla sin enfrentarse a otra.

   Tras semanas de 'tira y afloja' con el Congreso y de vivir el cierre del Gobierno más largo y costoso de la historia de Estados Unidos, finalmente dijo este jueves que respaldará el proyecto de financiación del Gobierno acordado por los dos partidos para que acto seguido, desde la Casa Blanca se anunciara que de todos modos se declarará este viernes la emergencia nacional y conseguir así los fondos para la "crisis humanitaria" en la frontera con México.

   La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ha señalado que el mandatario "firmará el proyecto de financiación del Gobierno y, como ha dicho anteriormente, tomará además otras acciones ejecutivas, incluida una emergencia nacional, para garantizar que se detiene la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera".

   "El presidente está cumpliendo de nuevo su promesa de construir el muro, proteger la frontera y garantizar la seguridad de nuestro gran país", ha dicho Sanders en un breve comunicado publicado en su cuenta oficial en la red social Twitter.

   La respuesta de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, fue casi inmediata y acusó al mandatario de "evadirse" del Congreso. Además, ha reiterado que la situación en la frontera "no es una emergencia", tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.

   "Si el presidente puede declarar una emergencia en algo que ha creado como emergencia, una ilusión que quiere transmitir, imagine lo que un presidente con valores diferentes podría suponer para el pueblo estadounidense", ha señalado, antes de apuntar que podría presentar una demanda en caso de que haya una declaratoria de emergencia nacional.

   Trump anunció el 25 de enero un acuerdo para reabrir la Administración estadounidense, cerrada desde el 22 de diciembre, durante un periodo de tres semanas, hasta el 15 de febrero. Uno de los motivos del cierre fue la falta de acuerdo sobre la financiación del muro.

   Durante su declaración, resaltó que "no hay otra opción que construir un muro poderoso o una barrera de acero". "Si no logramos un acuerdo justo en el Congreso, el Gobierno cerrará de nuevo el 15 de febrero de nuevo o usaré los poderes que tengo por ley y la Constitución para hacer frente a esta emergencia", advirtió.

   Los congresistas estadounidenses que negocian un acuerdo presupuestario anunciaron en la noche del lunes un principio de acuerdo con algunas concesiones en materia de seguridad que no contemplan, sin embargo, el muro reclamado por Trump.

   Tras ello, el mandatario dijo no estar "contento" con el principio de acuerdo y reiteró que "el muro será construido". "No puedo decir que esté contento. No puedo decir que esté entusiasmado, pero el muro será construido de todos modos, porque estamos haciendo otras cosas, aparte de lo que se habla aquí", manifestó.

   Por su parte, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha defendido durante la jornada de este jueves que el acuerdo es "un compromiso razonable". "No financia el muro del presidente, pero apoya iniciativas inteligentes de seguridad fronteriza que ambas partes han apoyado siempre", ha dicho.

   El proyecto ha recibido este mismo jueves el apoyo de la inmensa mayoría del Senado y de la Cámara de Representantes por lo que Trump lo promulgará este viernes, Y es que no le queda otra opción, porque en el supuesto de que se volviera atrás, existe la mayoría de dos tercios de las Cámaras para eludir y superar el veto presidencial.

   Los demócratas ya han anunciado acciones legales para bloquear a Trump. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rossello, le dijo al presidente en Twitter que "nos veremos en la corte" si hace la declaración de emergencia este viernes.

   A pesar de la oposición generalizada en el Congreso, incluso por parte de algunos republicanos, el presidente está más que decidido a actuar aunque sea de manera unilateral para calmar a su base conservadora, la que le ha dado la victoria y aún mantiene fiel a sus postulados, y evitar así que parezca que ha perdido su batalla en el muro.

   Sorprendentemente, un republicano como Mitch McConnell ha dicho, contra todo pronóstico, que apoyará la declaración de emergencia, aunque según apuntan los medios lo hizo después de dos horas de llamadas con la Casa Blanca para asegurarse de que Trump respaldaría el proyecto de ley de financiación que evitará otro 'shutdown'.

   El personal de la Casa Blanca y los republicanos del Congreso más afines al magnate han dicho que, además de una emergencia, Trump podría hacer valer otras autoridades que posiblemente podrían ponerlo al alcance de miles de millones de dólares. El dinero podría provenir de fondos destinados a la construcción militar, el alivio de desastres naturales y de la lucha contra las drogas.

   Los asesores del Congreso dicen que hay 21.000 millones de dólares para la construcción de estructuras militares que Trump podría usar para su muro si declara una emergencia nacional. Según la ley, el dinero debe usarse para apoyar a las fuerzas armadas de estadounidenses.