Actualizado 23/07/2009 17:37

Depuesto Zelaya se juega la carta del regreso a Honduras

Por Marco Aquino y Esteban Israel

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El depuesto presidente Manuel Zelaya prometió volver a partir del jueves Honduras, en un nuevo intento por recuperar el poder tras agotar las negociaciones y en medio de un paro que puede tensar más los ánimos en la polarizada nación centroamericana.

Zelaya dio el miércoles por fracasadas las negociaciones por la peor crisis política en la región en las últimas dos décadas que eran mediadas por el presidente costarricense, Oscar Arias, y decidió jugarse su última carta.

"Mañana me desplazaré a tres municipios fronterizos (...) con Honduras", dijo el miércoles por la noche desde Managua a la cadena Telesur, sin revelar cuándo ni por dónde cruzaría.

El Gobierno de facto instalado en Tegucigalpa tras el golpe del 28 de junio dijo que lo esperaría con una orden de arresto por supuestamente violar la Constitución con sus aspiraciones de reelección.

"No puedo predecir lo que va a pasar", dijo Zelaya en una entrevista telefónica con Reuters desde Managua.

Zelaya, un liberal cuya alianza con el líder izquierdista venezolano Hugo Chávez irritó a muchos partidarios, convocó a los hondureños a que fueran a recibirlo a un punto no determinado de la frontera con Nicaragua.

Muchos temen que su regreso desencadene violencia.

Su anterior intento del 5 de julio, cuando trató de aterrizar en Tegucigalpa a bordo de un avión venezolano, acabó en tragedia cuando un joven cayó abatido por los disparos de los militares que custodiaban el aeropuerto.

Las fuerzas de seguridad aliadas al Gobierno interino del presidente Roberto Micheletti reforzaron la vigilancia en la frontera oriental con Nicaragua ante el anuncio del regreso de Zelaya.

El Gobierno de facto está cada vez más aislado del mundo y sometido a crecientes presiones internacionales. La Unión Europea cortó su ayuda financiera y Estados Unidos, su mayor socio comercial, amenaza con hacer lo mismo si Zelaya no es restituido.

El golpe en Honduras representa un desafío para el Gobierno del presidente Barack Obama, enfrascado en una pulseada por la influencia región contra el venezolano Chávez, uno de sus mayores críticos.

PARO GENERAL

El dirigente campesino Rafael Alegría, el principal líder del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, dijo a Reuters que la movilización hacia la frontera sería el viernes y que el presidente no ingresará presumiblemente hasta el sábado.

Mientras tanto, sindicatos y militantes de izquierda prepararán el jueves el terreno bloqueando el acceso norte a la ciudad de Tegucigalpa, una carretera que conecta la capital con la ciudad industrial de San Pedro Sula y los puertos del Caribe.

"Van a aumentar las protestas a nivel nacional", dijo Juan Barahona, otro de los líderes del Frente.

La capacidad de movilización de sus partidarios fue decayendo en las tres semanas desde el golpe. Una manifestación realizada el miércoles reunió apenas a unas 500 personas, mientras que el Gobierno de facto movilizó a miles en el centro de Tegucigalpa.

Aún así, los manifestantes dicen que movilizarán decenas de miles de personas a la frontera para recibir a Zelaya.

Las autoridades interinas no han rechazaron formalmente la propuesta del mediador Arias de restituir a Zelaya al frente de un Gobierno de unidad nacional hasta que termine su mandato en enero.

Dijeron que la someterían el jueves a consideración de los diferentes poderes del Estado, como la Corte Suprema de Justicia que destituyó a Zelaya o el Congreso que designó a su sucesor Micheletti.

Pero, una propuesta similar fue rechazada el domingo por el Gobierno interino, por lo que Zelaya dio por rotas las negociaciones sin esperar una respuesta formal de la contraparte.

Diputados de los partidos Nacional y Liberal consultados por Reuters afirmaron que el Congreso no aceptaría la restitución del presidente derrocado.

"Aquí tenemos tres poderes de Estado que se deben respetar y por lo tanto no cabe esa propuesta. Es inaceptable", dijo Marco Antonio Andino, el jefe de la bancada del Partido Liberal de Zelaya.