BRASILIA, 7 Ago. (Notimérica) -
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, ha solicitado varias garantías para cumplir la recomendación de sus abogados: asistir al juicio político al que se la quieren someter a finales de agosto.
Rousseff está preocupada por las preguntas que le pueden querer realizar los parlamentarios y no está dispuesta a ser objeto de crítica o, incluso, de agresiones verbales. La presidenta no quiere "sentirse acorralada" según registra 'O Globo' y por eso sus peticiones de respeto previas a una posible comparecencia.
El abogado del Partido de los Trabajadores (PT), José Eduardo Cardozo, defiende que es positivo que Rousseff se presente ante el Parlamento pero únicamente para declarar e irse, sin que exista réplica ni preguntas.
El líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el Senado, Cássio Cunha Lima, respondió a estas peticiones defendiendo que van a ser "respetuosos" pero no quiso acceder a no hacer preguntas: "vamos a ser firmes pero respetuosos", constató.