Actualizado 18/10/2009 03:55

Doce muertos y diez heridos tras el enfrentamiento entre la policías y narcotraficantes

   RÍO DE JANEIRO, 18 Oct. (Reuters/EP) -  


   Un total de doce personas han muerto y otras diez han resultado heridas como consecuencia del enfrentamiento que mantuvieron este sábado efectivos de la Policía militar brasileña y presuntos miembros de bandas dedicadas al narcotráfico en una favela de Río de Janeiro, informaron las autoridades brasileñas.

   Los disturbios, que dejaron también seis oficiales heridos y en los que ocho autobuses fueron incendiados, se han producido apenas dos semanas después de que la ciudad brasileña fuese designada por el Comité Olímpico Internacional (COI) para organizar los Juegos de 2016.

    Un helicóptero con seis agentes a bordo acudió a la favela Morro dos Macacos, en el norte de la ciudad brasileña, para mediar en un tiroteo entre dos bandas rivales, informó la Policía militar. Cuando sobrevolaba la zona fue objeto de los disparos de los presuntos narcotraficantes.

    El piloto del aparato fue herido de bala en una pierna, lo que provocó un aterrizaje de emergencia en una cancha de fútbol del lugar. El aparato estalló en llamas poco después, causando la muerte de dos policías y dejando heridos a los otros cuatro miembros de la tripulación, uno de ellos de gravedad.

    Los refuerzos enviados a la zona mantuvieron un tiroteo con los sicarios. Diez de los narcotraficantes murieron y otras cuatro personas, residentes en la favela, resultaron heridas como consecuencia de balas perdidas, aseguró la Policía.

    El secretario de seguridad del estado de Río de Janeiro, José Beltrame, añadió que los miembros de las pandillas incendiaron un total de ocho autobuses en otra zona al norte de la favela, en un aparente intento por distraer la atención de las fuerzas de seguridad.

   La cadena O Globo mostró imágenes del helicóptero destruido y de varios vehículos de pasajeros en llamas. Testigos consultados por la cadena aseguraron que cerca de hombres armados y con máscaras habían ordenado a los pasajeros salir de un autobús antes de incendiarlo.

   El comandante general de la Policía militar de Río, Mario Sergio Duarte, aseguró en rueda de prensa que la situación estaba totalmente controlada y que 3.500 miembros de las fuerzas de seguridad habían sido enviados para asegurar la zona y capturar a los culpables del incidente. "Pondremos todos nuestros esfuerzos en responder a estas acciones criminales", dijo Duarte.