MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Iván Duque, ha avisado este lunes al exguerrillero de las FARC 'Jesús Santrich' de que el Estado será "implacable" si intenta "burlar" la Justicia, después de que la Unidad Nacional de Protección (UNP) informara el domingo de que está en paradero desconocido.
'Jesús Santrich' fue liberado el pasado 30 de mayo, tras varias idas y venidas en los tribunales por la orden de captura dictada en su contra por Estados Unidos por, supuestamente, continuar con el narcotráfico una vez firmado el acuerdo de paz.
El antiguo insurgente estaba viviendo en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el departamento de César (norte), donde esperaba a la próxima vista en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), prevista para el 9 de julio en Bogotá.
La UNP ha alertado de que en las últimas horas ha abandonado su "esquema de protección --conformado mayoritariamente por personas de confianza del partido FARC, conforme a los acuerdos de La Habana-- y en este momento su paradero es desconocido".
Su escolta encontró una nota en su habitación aparentemente firmada por 'Jesús Santrich' en la que informaba de que pasaría la noche con su hijo pequeño en la ciudad de Valledupar. "Las autoridades están estableciendo la autenticidad y veracidad de dicho documento", ha apuntado la UNP.
La UNP ha pedido al rebelde desmovilizado que "contacte de forma inmediata" y a las autoridades que comuniquen "cualquier información relacionada con su paradero a fin de restablecer de inmediato su protección", ya que se trata de "un protegido de alto riesgo" por su condición de diputado.
En concreto, ha solicitado al partido político surgido de la FARC "colaborar para restablecer lo más pronto posible las medidas de protección que le corresponden a 'Jesús Santrich' en su condición de parlamentario", recordando que "le permiten la plena libertad y movilidad por todo el territorio nacional".
LLAMAMIENTO A COMPARECER
La FARC ha contestado con un comunicado en el que urge a su miembro a "reafirmar con su presencia, en los escenarios que le fueron asignados por la dirección del partido, los compromisos adquiridos en sus años de militancia revolucionaria y en virtud del acuerdo de paz".
Asimismo, la FARC ha querido recordar que, "si algún militante decide ponerse al margen del proceso o luego de la entrada en vigencia del acuerdo asume conductas que lo pongan por fuera de la ley, debe asumir las consecuencias, tal y como está redactado en el texto firmado con el Estado".
Interrogado por la prensa en un acto oficial en Meta (centro), Duque ha considerado que el hecho de que "una persona con semejantes características abandone su esquema de seguridad (...) muestra que su deseo es eludir la Justicia", haciendo un llamamiento para que comparezca ante la CSJ, según informa 'El Espectador'.
"Si pretende eludir a la Justicia de Colombia y burlarse de ella, aquí está el Estado de Derecho para hacerse respetar", ha dicho, incidiendo en que, si bien su Gobierno apoyará a quienes "genuinamente han dejado la violencia y están haciendo la transición a la reincorporación", será "implacable" con quienes reincidan.
'ITER' JUDICIAL
Estados Unidos sostiene que el delito se cometió estando vigente el acuerdo de paz. De ser así, 'Jesús Santrich' quedaría expulsado de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), volviendo a la justicia ordinaria, con penas mayores y posibilidad de extradición.
'Jesús Santrich' tiene varios frentes judiciales abiertos. El que afecta a su condición de diputado electo por el partido político surgido de las FARC en las elecciones parlamentarias de 2018, lo dirimió la CSJ al confirmar tal condición a pesar de que su detención le impidió tomar posesión del escaño.
El otro frente se refiere a un conflicto de competencias. En primer lugar, entre un tribunal ordinario y la CSJ, que también resolvió el Supremo asumiendo el caso por la condición de diputado de 'Jesús Santrich'; y, en segundo lugar, entre el Supremo y la JEP, que aún está por esclarecer.
El caso de 'Jesús Santrich' es buena muestra de las tensiones entre el Gobierno de Iván Duque y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC). El nuevo presidente busca cambiar el acuerdo de paz en aspectos esenciales, como la participación política y la justicia transicional, algo que la ex guerrilla considera una amenaza al proceso de paz.