Publicado 01/01/2021 02:40

Una economista alemana acusa a la industria y a los políticos de ralentizar "deliberadamente" la protección del clima

03 July 2020, North Rhine-Westphalia, Jackerath: Windmills rotate behind a bucket wheel excavator at the Garzweiler opencast lignite mine to generate electricity. Plans to phase out coal in Germany by 2038, including billions of euros in aid for the reg
03 July 2020, North Rhine-Westphalia, Jackerath: Windmills rotate behind a bucket wheel excavator at the Garzweiler opencast lignite mine to generate electricity. Plans to phase out coal in Germany by 2038, including billions of euros in aid for the reg - Federico Gambarini/dpa - Archivo

   NUREMBERG, 1 Ene. (DPA/EP) -

   La economista alemana Veronika Grimm, miembro del Consejo Alemán de Expertos Económicos desde el pasado mes de abril, ha acusado a la industria y a los políticos de ralentizar "deliberadamente" y durante "demasiado tiempo" los cambios estructurales necesarios para permitir una mayor protección del clima y luchar contra el cambio climático.

   Grimm ha señalado en declaraciones a DPA que que "no hay que ocultar el hecho de que la industria intenta en parte detener este cambio estructural".

   "Ahora puede tener su contrapartida si los componentes cruciales para una economía más respetuosa con el medio ambiente llegan de fuera de Europa", ha manifestado Grim, una de "los cinco sabios" del órgano asesor de política económica del gobierno alemán, el Consejo Alemán de Expertos Económicos.

   Además, la economista ha añadido que la clase política también es parte del problema, puesto que asegura que las estructuras fomentaron esta situación.

   "Los políticos apoyaron de buena gana la producción de motores de combustión, suavizando así la presión para iniciar el cambio", ha denunciado Grimm que opina que la gente pensaba "a muy corto plazo" y pretendía conservar todo igual pero "a posteriori, esto resultó ser poco inteligente".

   En particular, ha manifestado que en el ámbito del transporte aún no fue posible reducir las emisiones de CO2 desde 1990 y que ahora, el endurecimiento de los objetivos climáticos en la Unión Europea y en Alemania está creando una presión considerable para actuar, ya con vistas al año 2030.

   "En el transporte, particularmente, nos enfrentamos a grandes desafíos y diez años no son nada en lo referente al parque de vehículos", advirtió la experta, que insiste en que siempre hay que tener en cuenta que las decisiones políticas "deben ser aceptadas por la sociedad".

   En ese contexto, ha destacado la importancia del movimiento ambientalista surgido durante los últimos años para cambiar de paradigma. La protección del medio ambiente, dijo, ofrece grandes oportunidades en términos de política industrial y tiene un gran potencial de crecimiento.

   "Esto significa que ahora tenemos que movernos con firmeza en la dirección de las tecnologías del futuro", ha añadido Grimm que ha manifestado que es "particularmente gratificante" que el Gobierno alemán haya hecho posibles inversiones para la protección del medio ambiente en su paquete de ayudas para hacer frente a la pandemia del coronavirus.

   "Ahora debemos utilizar el dinero disponible para acelerar al máximo el cambio hacia tecnologías climáticamente neutras y, en particular, para atraer al capital privado", ha defendido la economista.

   En opinión de la experta, la interacción entre la gran experiencia tecnológica de Alemania y las buenas condiciones de generación de energías renovables en los países del sur de la UE abre nuevas perspectivas para Europa: "Deberíamos crear cohesión en Europa a través de los fondos estructurales invirtiendo juntos en el futuro".

   "Cuando se trata de la digitalización, esto es más difícil", lamenta Grimm, quien opina que en este campo había una "considerable demanda sin respuesta, por ejemplo en la sanidad, la educación o el sector público. "La crisis del coronavirus nos lo ha dejado claro: en estos sectores se podría digitalizar mucho más", concluyó.