QUITO, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores ecuatoriano, Fánder Falconí, reiteró este martes que su país es víctima del conflicto interno entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que le obliga a fortalecer el control y la defensa en la frontera conjunta y a cobijar a los miles de refugiados colombianos que huyen de la guerrilla.
"El conflicto colombiano trae un conjunto de secuelas para Ecuador que le convierte en víctima de este conflicto", declaró Falconí a una televisión local, al tiempo que abogó por la consecución de un clima de paz en la región.
El titular de Exteriores explicó que el conflicto del Gobierno colombiano con la guerrilla supone un gran coste económico para Ecuador que se ve obligado a destinar gran cantidad de recursos defensivos a la frontera para proteger a la población de posibles ataques, a lo que se suma la cobertura que otorga el país andino a los 135.000 desplazados por la disputa.
"Hay un problema real que nos obliga a tener presencia del Estado, movilización y recursos. Ecuador es una región de paz", indicó al respecto el ministro ecuatoriano.
En marzo de 2008 Colombia bombardeó un campamento de las FARC, ubicado en territorio ecuatoriano, que provocó la muerte de 25 personas, entre ellas la del que estaba considerado como 'número dos' del grupo armado, Raúl Reyes.
Este episodio provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países que retiraron a sus respectivos embajadores en Quito y Bogotá. El pasado 13 de noviembre los encargados de negocios regresaron a sus puestos reanudando así las conversaciones, aunque todavía no se ha fijado fecha alguna para la vuelta de los embajadores.
Interrogado acerca de este asunto, el ministro de Exteriores aseguró que "no hay una fecha definida" y anunció que las dos delegaciones se reunirán durante el primer trimestre de 2010 en Colombia para negociar las condiciones impuestas por los dos países con el fin de lograr el restablecimiento de los vínculos diplomáticos.
En este sentido, Falconí sostuvo que "ya está consolidado" el proceso para la normalización total de dichos nexos y agregó que "habrá relaciones diplomáticas siempre y cuando haya una satisfacción plena del Gobierno ecuatoriano sobre los requerimientos públicos".
Por su parte, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se declaró "preocupado" ante las quejas manifestadas por su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, por la falta de presencia del Estado colombiano en la frontera común y alegó que su Gobierno está trabajando para mejorar la situación en la zona.