Se fija como prioridad en su segundo mandato una "revolución agrícola" y una "revolución urbana"
MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha reconocido que es "optimista" respecto a sus opciones de resultar reelegido en las elecciones del próximo febrero pero ha reconocido que no puede "dormirse en los laureles" ante sus rivales.
En América Latina, ha afirmado el mandatario en una entrevista a Europa Press al término de su visita a España, "cuando uno quiere cambiar realmente las cosas nunca es fácil una elección". Por ahora, a falta de que el Consejo Nacional Electoral dé su visto bueno, ya tiene siete rivales, entre ellos el expresidentes Abdalá Bucaram, que vive exiliado en Panamá.
Dado que "las encuestas son espectaculares" y le otorgan una considerable ventaja respecto a sus rivales, ha señalado que concurrirá "con mucha esperanza" si bien ha advertido de que "el peor error que podemos cometer es dormirnos sobre los laureles".
Por hecho, ha añadido, no se cansa de reiterar a sus seguidores, incluidos los que han tenido ocasión de verle este fin de semana en actos multitudinarios con la comunidad ecuatoriana en Murcia, Barcelona y Madrid, de que debe ir "como el primer día, como si no tuviéramos un solo voto" pese a que "las encuestas nos hacen ser muy optimistas".
De ser reelegido por los ecuatorianos en febrero --ya ha dicho que si no es así abandona la política--, Correa se ha marcado como objetivo "profundizar" y "acelerar" las reformas que ya se han llevado a cabo y llevar a cabo principalmente una "revolución agrícola" y una "revolución urbana".
Según el presidente ecuatoriano, desde su elección en 2006, "ha mejorado mucho" tanto la educación como la sanidad pero "falta avanzar muchísimo" en ambos sectores. También "han mejorado han mejorado las redes viales, pero falta por hacer por ejemplo supercarreteras que todavía no tenemos y que empezarán a inicio del próximo año".
"DEUDAS PENDIENTES"
En su opinión, "entre las deudas más pendientes" que tiene Ecuador, y en las que él prevé poner "más énfasis en esta segunda etapa", está "una verdadera revolución agrícola" ya que aunque el país ha mejorado y por ejemplo se han entregado 20.000 hectáreas a campesinos pobres "falta mucho".
También es necesaria, ha agregado, "una revolución urbana" puesto que en Ecuador "el desarrollo urbano es caótico, las ciudades crecen anárquicamente, sin servicios básicos". "Eso cuesta muchísimo servicio social y muchísimo sufrimiento para los más pobres porque por la falta de planificación demoran décadas el tener servicios básicos", ha lamentado. Se trata, ha incidido, de "un problema gravísimo para el desarrollo y ahí tenemos que profundizar mucho más la acción del Gobierno".
Por último, otro de los aspectos que cree que hay que priorizar es el del transporte ya que "también hemos mejorado pero falta mucho y nada impide tener un transporte moderno, sincronizado", algo para lo que, ha precisado cuenta con "asesoría de España y básicamente de Cataluña".