QUITO, 2 Oct. (EP/AP) -
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, cuyo partido ganó el domingo las elecciones de la Asamblea Constituyente, según cifras extraoficiales, señaló ayer que es partidario de que el nuevo organismo convoque unas elecciones anticipadas a la presidencia, la vicepresidencia y al legislativo.
De acuerdo con los resultados preliminares de un recuento rápido de votos realizado por la organización no gubernamental Participación Ciudadana, el partido Alianza PAIS, de Correa, cuenta con 72 de los 130 escaños de la Asamblea Constituyente, lo que le aseguraría el control de la agenda en el organismo.
Las cifras extraoficiales determinan que por primera vez en años el oficialismo obtiene en Ecuador una contundente mayoría en unas elecciones, lo que viene a ratificar el gran respaldo popular del presidente. Los resultados oficiales serán hechos públicos dentro de 20 a 30 días.
"Es la victoria más clara en América Latina, más contundente, en el caso ecuatoriano (...) en esta clase de elecciones. La historia no recuerda un triunfo más arrollador", aseguró Correa en una reunión con la prensa extranjera.
Al ser consultado acerca de si Ecuador podría tener elecciones anticipadas afirmó que "eso lo tiene que decidir la Asamblea, pero al menos (para) presidente, vicepresidente y legisladores (debe haber elecciones), porque habrá una nueva Constitución".
Correa reiteró que todos los miembros de su Gobierno pondrán sus cargos a disposición de la Asamblea. El presidente aseguró que el diálogo está abierto con todos los sectores, pero descartó acercamientos con sus principales rivales políticos, el magnate bananero Alvaro Noboa y el ex presidente Lucio Gutiérrez, a quienes culpó de los problemas del país. Los partidos de ambos líderes siguen al partido de Correa con 7 y 16 escaños respectivamente, según la ONG.
El presidente negó cualquier intento totalitario por su parte y descartó seguir modelos políticos extranjeros, en una clara alusión a las acusaciones de sus opositores de que intenta imitar al presidente venezolano Hugo Chávez. También insistió en que la mayoría en el Gobierno dará paso a la disolución del Congreso.
Respecto a sus opositores, el presidente manifestó que "hay un antiguo poder que se está derrumbando (...) es imposible contentar a esa gente que se ha creído dueña del país y hoy ve que se le va el poder las manos. Si ellos están nerviosos tómense una válium".
La Asamblea, que tiene que formarse en octubre o noviembre, deberá reestructurar el Estado, redactar la vigésima Constitución del país y terminar con la inestabilidad política de la última década, en la que tres mandatarios elegidos en las urnas fueron derrocados en medio de protestas callejeras que reclamaban sus renuncias.
Correa dijo que la economía dolarizada del país "es insostenible" pero aclaró que "en estos cuatro años (de Gobierno) se sostendrá la dolarización". Además, se mostró partidario de impulsar una moneda regional y buscar una salida a la dolarización en el país "a mediano y largo plazo".
Respecto a la posibilidad de que Ecuador pueda llegar a una crisis en la Asamblea como en Bolivia, Correa explicó que el presidente Evo Morales "cayó en una trampa garrafal (...)(aceptar) que se aprueben reformas constitucionales con dos tercios de la asamblea (...) tiene capacidad de veto". "Nosotros no cometimos ese error", añadió, ya que en Ecuador los artículos de la Constitución se aprobarían con mayoría simple, que, según los datos preliminares, ya obtendría el partido oficialista.