Actualizado 08/07/2008 03:30

Ecuador.- Ecuador aprueba una propuesta para facilitar la reelección del presidente por segunda vez consecutiva

QUITO, 8 Jul. (Reuters/EP) -

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, podría permanecer en su cargo hasta 2017 debido a una propuesta constitucional que aboga por modificar los límites de tiempo de mandato presidencial, aprobados durante el fin de semana pasado por la Asamblea de Ecuador.

Los 130 miembros de la Asamblea levantaron una restricción constitucional que prohíbe que el presidente del país pueda ser reelegido por segunda vez consecutiva. Aún así, el mandatario tampoco podría continuar en el poder por más de dos candidaturas seguidas.

La propuesta, que debe ser ratificada en un referéndum, podría permitir a Correa continuar como presidente ecuatoriano mucho más tiempo que sus últimos tres predecesores quienes pusieron fin a sus mandatos debido a manifestaciones populares y legislaturas encabezadas por la oposición. En Ecuador el periodo de mandato presidencial es de cuatro años.

El popular Correa, que fue elegido presidente en noviembre de 2006, y tomó posesión del cargo en enero del año siguiente, se presentará para ser reelegido el año que viene, y sus aliados en la asamblea aseguran que su propuesta le permitiría volver a presentarse una vez más.

Asimismo aseguran que su reelección en 2009 supondría su primera legislatura ya que serían las primeras bajo la nueva constitución.

Políticos críticos y opositores de Correa aseguran que éste, que se comprometió en defender una política social de ayuda a los pobres cuando alcanzó la presidencia, está buscando poderes dictatoriales en el país.

Otros líderes populares de Iberoamérica como el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, y su par venezolano, Hugo Chávez, también han modificado las leyes de reelección para permanecer en el poder durante más tiempo.

Dichos líderes prometerán cambios más esperanzadores para prolongar su mandato, algo que los analistas políticos consideran preocupante ya que podría influir negativamente en las instituciones democráticas más débiles en la región.

Asimismo, la nueva constitución europea debe ratificarse por los ciudadanos en las votaciones que se espera que se celebren a finales de año.