El Gobierno ecuatoriano ve "medular" la participación de empresas extranjeras y apela al beneficio común
MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La emergencia humanitaria tras el terremoto de 7,8 que asoló varias regiones de Ecuador el 16 de abril ha dado paso a todo tipo de iniciativas y esfuerzos en materia de reconstrucción, también en el ámbito internacional. No en vano, las autoridades calculan que hay más de 20.000 personas damnificadas por la destrucción de viviendas.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha estimado en 3.000 millones de dólares los daños causados por el terremoto, si bien el Gobierno aún se ve incapaz de publicar estimaciones definitivas hasta completar la fase de evaluación. Las ONG que trabajan sobre el terreno también han reconocido que hará falta tiempo para conocer las necesidades a largo plazo.
Varias entidades financieras internacionales han abierto una línea de 600 millones de dólares para ayudar a Ecuador a corto plazo. Además, el Banco Mundial firmó el 22 de abril la concesión de un préstamo de 150 millones de dólares para acelerar la ayuda a los afectados, que se cuentan por decenas de miles.
El Gobierno busca otro tipo de vías para sufragar la reconstrucción y, dentro de ellas, destaca una reforma tributaria con la que las autoridades apelan a la "solidaridad" común. Dichos cambios contemplan una subida provisional del IVA y gravámenes sobre beneficios y patrimonio, así como la entrega de un día de sueldo si la nómina supera los 1.000 dólares al mes.
Las autoridades, entretanto, han instado a las poblaciones afectadas a volver en la medida de lo posible a la normalidad y, pocos días después del terremoto, solicitaron expresamente a bancos y tiendas que reanudaran su actividad. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) estimó esta semana que en Pedernales, epicentro del terremoto, un 90 por ciento del comercio seguía afectado y el 80 por ciento de la actividad productiva, paralizada.
El sector turístico, un motor económico clave en Manabí y Esmeraldas, ha pedido una moratoria de las deudas, así como incentivos para recuperar una actividad paralizada. La asociación de la banca privada se ha comprometido a reestructurar los préstamos de los damnificados en estas dos regiones.
LA SEGUNDA FASE
"¿Qué pasa después de la emergencia?", se ha preguntado el asesor jurídico de la Empresa Pública de Vivienda de Ecuador, Gonzalo Mendoza, consciente de que una vez superada la "prioridad" de la emergencia humanitaria es momento de mirar al futuro y pensar "a largo plazo".
Mendoza ha admitido en una entrevista a Europa Press que existen "problemas profundos" a los que las autoridades deben hacer frente y ha llamado a "aprender" de la experiencia. "Los desastres naturales, inevitables, tienen que dejar lecciones aprendidas", ha esgrimido.
El presidente ecuatoriano ha admitido debilidades en la construcción de algunos edificios, algo en lo que también ha coincidido Mendoza. De cara al futuro, el Gobierno ecuatoriano quiere aprovecharse de la inversión y la experiencia internacional para erigir nuevos edificios que cumplan las normativas nacionales e internacionales.
Desde la Empresa Pública de Vivienda, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y Vivienda, ya se están buscando terrenos públicos sobre los que comenzar a construir nuevos hogares para miles de damnificados.
El Ejecutivo quiere dar un techo "adecuado" a quienes lo han perdido todo y, en esta fase, la solidaridad extranjera se convierte en un aspecto "medular", en palabras de Mendoza. La participación internacional en este escenario "ayuda a generar alianzas que a futuro siempre dan resultados positivos" para ambas partes, ha destacado el asesor jurídico del Ministerio.
Madrid ha acogido esta semana el Congreso Euroamericano de Contratación Pública y Alianzas Público-Privadas, en las que autoridades ecuatorianas y potenciales inversores han discutido fórmulas de colaboración. La directora general del Grupo CEAS --organizador de este foro--, Inés María Baldeón, ha destacado la importancia de que los tomadores de decisiones puedan trasladar "de primera mano" cuáles son las necesidades.
Ecuador, a su pesar, se ha convertido en un "mercado de oportunidad" sobre el que trabajar en aspectos de infraestructura, vivienda y saneamiento, entre otros sectores. En este sentido, Baldeón ha recordado que el país ha activado un esquema de contratación por emergencia con la intención de "agilizar" los trámites burocráticos y que se añade a los incentivos tributarios ya en vigor.