QUITO, 14 May. (EUROPA PRESS) -
La Justicia ecuatoriana absolvió este viernes a cuatro policías acusados de intento de magnicidio por su actuación durante la revuelta contra el Gobierno de Rafael Correa el pasado 30 de septiembre, en una decisión que no ha gustado a las autoridades, que ya han adelantado que recurrirán.
El juez Quinto de Garantías Penal de Pichincha, Hugo Sierra, decretó la absolución del coronel policial César Carrión, ex director del Hospital de Policía, y otros cuatro agentes. El juez dictó, además, la inmediata puesta en libertad de los acusados.
La acusación alegaba que Carrión había cerrado con candado la puerta del hospital para impedir la entrada de Correa. Además, denunciaba a tres policías: a Jaime Paucar por intentar quitar la máscara antigas al mandatario, a Luis Martínez por incitar a la sublevación con mensajes como "maten al presidente" por radio interna, y a Luis Bahamonde por lanzar gas contra Correa.
Finalmente el juez ha establecido no sólo la absolución de los cuatro hombres sino su inmediata reincorporación en la Policía, ya que "se les deben restablecer todos los derechos que se les han sido violados". "Esperamos que se les deje llevar una vida normal", ha apostillado López, en declaraciones recogidas por la prensa local.
Tras conocer el fallo, la juez Jacqueline Pachacama pidió prisión por perjurio contra dos miembros de la seguridad presidencia, Richard Piedra y Álex Casierra, que comparecieron como testigos en este polémico caso. La petición, sin embargo, no salió adelante.
RECURSO CONTRA LA SENTENCIA
El ministro del Interior, José Serrano, ha adelantado que el Gobierno apelará el fallo de los jueces, a los que acusó de parciales, y ha señalado que desestimaron "pruebas contundentes y testimonios", entre otros los de Paucar y Bahamonde reconociendo su culpa.
"Hay elementos suficientes que demuestran que los implicados participaron en los hechos que se les imputan", ha criticado el ministro, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Andes.
Previamente a la sentencia, el presidente ecuatoriano, había criticado la forma en que la prensa del país había dictaminado públicamente la inocencia de Carrión, e incluso sugirió que el ex comandante sea cometido a la prueba del polígrafo para determinar si miente.